Los 'mojados' de San Mamés, único conflicto en la quinta reválida de Urrutia
El malestar que le expresarán los socios que se mojan en el nuevo estadio de San Mamés cuando llueve es el único punto de conflicto que se espera mañana en la Asamblea de compromisarios anual del Athletic Club (Palacio Euskalduna, 19:15 horas), la quinta a la que se somete Josu Urrutia desde que fuese elegido presidente en 2011.
Los afectados por la lluvia, varios miles que varían en función de lo que arrecie el agua, se quejan de que cuando adquirieron su nueva localidad se les aseguró que no se iban a mojar y piden soluciones. Entre ellas, que se cubra el campo o que se les rebaje el precio del abono.
Reunidos en dos plataformas al efecto, los afectados han reunido firmas con las que esperan instar a Urrutia y a su junta directiva, que aún no han tomado a cabo ninguna determinación de calado al respecto, a acelerar en la búsqueda de soluciones.
Este asunto, colateral pero que ha creado cierto malestar en la masa social, sobre todo en los afectados, no ensombrece lo que parece claro que será un nuevo respaldo mayoritario, casi unánime a un gestión que en el último año no ha hecho sino ahondar en la buena salud económica y deportiva de un club que ha cogido una poderosa velocidad de crucero.
De nuevo, Urrutia y su equipo presentarán unos números incontestables en lo económico, área en la que los ingresos recibidos el año anterior en la Liga de Campeones y las cuotas de los nuevos socios con la apertura del nuevo campo provocaron un superávit en el curso 2014-2015 de más de 30 millones de euros.
Con ello, la era Urrutia acumula ya casi 100 millones de superávit en cuatro. Y más aún acumulará en la presente temporada 2015-2016, ya que en el presupuesto para esta campaña está previsto de salida un superávit de cerca de 13 millones en un presupuesto de más de 99. El nuevo contrato de televisión explica esa nueva inyección extra de dinero en las arcas rojiblancas.
Pero si en lo financiero el Athletic exhibe músculo, en lo deportivo más de lo mismo, ya que este verano el club vasco logró su primer título en 31 años, una Supercopa menor que la hizo grande el rival, el FC Barcelona, y la incontestable goleada por 4-0 que abrió las puertas del triunfo en San Mamés.
Ese nuevo título, masivamente celebrado en el Bilbao casi desierto de mediados de agosto, se suma a la buena dinámica en las últimas temporadas, con cuatro finales y tres clasificaciones europeas en los poco más de 4 años que lleva al actual junta directiva, reelegida este año, al frente de la entidad rojiblanca.