Zidane, Messi, Jonathas, Inui y Augusto Fernández

Roberto Morales.Madrid, 10 ene .-
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-- ZINEDINE ZIDANE.
Se marchó antes de tiempo como futbolista, perdonando un año entero de un sueldo millonario y con el madridismo a sus pies. Un jugador de clase única. Entre los grandes. Llega también antes de lo pensado a la oportunidad de su vida. Recambio de Rafa Benítez para devolver la ilusión a la plantilla, la directiva, el club y todos los aficionados. La 'era Zidane' nació con el viento a favor y en esa dinámica llegó una goleada que devuelve el estado de ilusión de un equipo que andaba cabizbajo alejado de su verdadero potencial.
Zidane cuenta con el respeto y la admiración de todos los jugadores del Real Madrid. Benítez nunca la tuvo y eso se transmite en el terreno de juego. Mayor entrega, mejor actitud, sacrificio. Factores decisivos unidos a una filosofía más acorde a la historia del club, con el deseo de tener la pelota y tratarla bien, ser protagonista, tocar con velocidad, buscar espacios, adelantar la línea defensiva y juntar líneas para provocar una cara defensiva más solidaria. "En los jugadores nada ha cambiado, sólo el entrenador", dijo 'Zizou' aún en una nube tras un debut soñado plasmando la realidad.
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-- LIONEL MESSI.
Entre jardines innecesarios pisados por Dani Alves, arremetiendo contra los medios de comunicación, y la atención que desvía cada tuit de Gerard Piqué, que recibió todo el cariño de la afición del Camp Nou tras recordar graves insultos de seguidores del Espanyol a su pareja y su hijo mayor, apareció ante el Granada para imponerse a todo, el fútbol del mejor jugador del planeta: Lionel Messi.
La mejor versión de Leo está de vuelta, con el físico recuperado tras una lesión más larga de lo deseado que el Barcelona no acusó como esperaban sus grandes rivales. Todo vuelve a su sitio en el reino de Messi. A horas de recibir su quinto Balón de Oro, marcando goles de todos los colores, disfrutando sobre el césped y haciendo disfrutar al barcelonismo. Cuando el fútbol sobresale a la polémica todos ganamos.
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-- JONATHAS.
No marcaba desde el 19 de septiembre, también en Anoeta frente al Espanyol. Jonathas necesitaba los goles que dan confianza a un nueve puro. Esos que le convirtieron en una de las grandes revelaciones del pasado campeonato como referencia absoluta del Elche. De golpe su pegada desapareció al llegar a la Real Sociedad.
Los goles continuos de Imanol Agirretxe complicaban aún más la situación de Jonathas, que no era ni su sombra cuando tenía minutos. Pero en el fútbol todo puede cambiar de golpe y hay que estar preparado para ello. La lesión del máximo goleador de la Real dirigió los focos al delantero brasileño y ante el Valencia recuperó su felicidad. Su labor de desgaste a los centrales rivales se vio premiado con un remate con el pecho a la red, casi sin intención, y un perfecto testarazo para firmar un doblete que necesitaba. Tras un período difícil recibió la ovación del público de Anoeta en pie. Su mejor momento está por llegar.
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-- TAKASHI INUI.
Hasta hace pocas fechas la llegada de un jugador asiático al fútbol español se interpretaba como un guiño a un mercado potente en temas de promoción comercial. Pocos consideraban que la calidad del jugador podría estar a la altura del nivel que se exhibe en el fútbol español. Los tiempos han cambiado y lo demuestran futbolistas como Takashi Inui, jugador del Eibar que se ha convertido en pieza clave en la buena andadura del equipo de Mendilibar.
Inui, centrocampista habilidoso de mucha velocidad y buena calidad técnica, visión en el último pase, pasó de asistente a goleador y se convirtió ante el Espanyol en el tercer japonés que marca en la Liga tras Okubo, Ienaga y Jo. Despuntó en el Eintracht Frankfurt, donde le siguió de cerca el segundo del Eibar, Iñaki Bea, que le transmite las órdenes en alemán mientras aprende a marchas forzadas castellano. El idioma del fútbol lo entiende bien. En la mediapunta o por banda, el japonés se ha convertido tras ser el fichaje más caro del club armero, en la gran sensación para su afición.
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-- AUGUSTO FERNÁNDEZ.
En el deporte se pasa de ídolo a villano con gran rapidez. La misma afición que despidió con ovación a Augusto cuando no pudo rechazar la oportunidad de su vida con la llamada del Atlético de Madrid, le dedicó silbidos pocos días después, que fueron creciendo con el transcurso del partido cada vez que tocó el balón en su regreso a Balaídos. En el estadio donde tanto esfuerzo dejó para convertirse en pieza clave de Berizzo e instalar al Celta en una situación soñada hace poco tiempo, luchando por plazas europeas.
Sin necesidad de adaptación y perfecto conocedor del equipo que pasaba de ser el suyo a su rival, Simeone no dudó en dar directamente la titularidad en Liga al centrocampista argentino. Desde el inicio le hace sentir importante en la 'zona de máquinas', donde su trabajo oscuro lo necesitaba el conjunto rojiblanco desde la lesión de Tiago. Su rendimiento plasma un gran fichaje que aumenta los cimientos para el sueño rojiblanco de volver a conquistar la Liga. Al fin de la primera vuelta del campeonato se mantiene en lo más alto de la tabla, a la espera de un partido por recuperar del Barcelona. En Balaídos se impuso con la eficacia y la pegada que le faltó a otros en una noche lluviosa ingrata para el corazón de Augusto.