Merino: "Anímicamente el vestuario no está bien"

El entrenador del Real Betis, Juan Merino, reconoció este viernes que "anímicamente el vestuario no está bien" después de la goleada encajada en el derbi copero del martes contra el Sevilla (4-0), pero desea "que llegue el partido contra el Villarreal para revertir esta situación".Merino, designado técnico provisional del equipo tras ser destituido Pepe Mel el pasado domingo, aseguró en rueda de prensa que su papel durante este periodo de interinidad es sólo "intentar ayudar", porque "los verdaderos protagonistas son los jugadores".
No obstante, se mostró "ilusionado por estar cuando el Betis lo necesita", lo que no asume "como un marrón, sino con las ganas y la responsabilidad de un profesional".
El técnico linense explicó que el descarte para el choque de este sábado de Dani Ceballos "es una decisión técnica", pues "viajan los que están en mejor momento", entre ellos el centrocampista con ficha del filial Fabián Ruiz, que "generó ilusión en la segunda parte ante el Sevilla, el equipo necesita ese tipo de cualidades".
Merino no escondió su buena relación con el técnico del Villarreal, Marcelino García Toral, quien lo dirigió en el Recreativo de Huelva y le "envío una felicitación cuando se enteró de que iba a coger al primer equipo (Betis), y resaltó que "hay amistad y" que le "enseñó mucho porque es un gran entrenador".
Por eso, el preparador bético cree que "para ganarle al Villarreal se deben hacer las cosas muy bien" y aseguró que "ganar mañana daría mucha tranquilidad" a un "equipo que ha demostrado que puede competir bien, como ya hiciera por ejemplo ante el Villarreal en la primera vuelta".
Juan Merino calificó como "un sueño hecho realidad" debutar como entrenador "en Primera con el Betis", pero le "hubiera gustado estar en una situación más tranquila", si bien cree que la plantilla "tiene armas para competir y mantener la categoría".
El entrenador verdiblanco espera que "los jugadores se adapten" a su "manera de entrenar", a lo que cree que contribuirá que sus "charlas han sido muy claras" y que siempre trata "de ser recto y muy correcto, defenderlos a muerte".
Tras la marcha de Mel, Merino detecta "muchos aspectos negativos", por lo que necesita diseñar "una hoja de ruta para buscar el mejor camino, queda mucho trabajo para el entrenador, sea quien sea", porque el vestuario está "bajo anímicamente" y "el físico va parejo con lo anímico".