Gran parte del éxito del Leicester City en esta temporada se ha basado en el rendimiento mostrado por los jugadores que ya estaban la temporada pasada. A estas alturas de la temporada el equipo iba último y acabó salvándose en una remontada milagrosa conocida como ‘The Great Escape’.
Para no pasar apuros, de cara a la temporada 2015/16 contrataron a un entrenador con experiencia como Claudio Ranieri y realizaron un par de incorporaciones importantes como el lateral izquierdo Fuchs, el delantero japonés Okazaki o Gokhan Inler, el fichaje con más nombre del mercado de verano procedente del Nápoles.
Sin embargo, de todos los jugadores que llegaron a Leicester entre julio y agosto de 2015, el que más resultado ha dado esta temporada ha sido N’Golo Kanté. El francés llegó al club inglés procedente del Caen francés para sustituir a Esteban Cambiasso. El ‘Cuchu’ había sido uno de los jugadores más destacados de la temporada anterior, colaborando activamente en la salvación de los ‘foxes’.
Así, Kanté tenía muy alto el listón cuando entró en la dinámica del equipo. Al principio como suplente, ya que el centro del campo en el inicio de temporada era la dupla formada por Drinkwater y Andrew King. El segundo ha sido el jugador que se ha visto perjudicado por la entrada del francés en el once titular de Ranieri.
Con su 1’69, tremenda resistencia física y una capacidad para robar balones fuera de lo común, las comparaciones con otros pivotes defensivos pequeños y con la recuperación de balón entre ceja y ceja como Claude Makélélé o Lassana Diarra son inevitables.
Más aún con los rumores de un posible traspaso a uno de los equipos grandes de Europa, entre ellos el Real Madrid y el Chelsea, clubes donde jugaron los dos franceses anteriormente nombrados. La cualidad en la que destaca Kanté comparado con Makélélé o Diarra es su explosión a una edad en la que todavía tiene mucho recorrido, ya que aún no cuenta con 25 años.
Al ser preguntado sobre si se fija en esos jugadores, N’Golo comentó que, más que en Makélélé, Lass había sido el jugador en el que más se había fijado a la hora de adaptar su modelo de juego con esa capacidad gracias a su imponente presencia física a pesar de su estatura de estar en todas partes del centro del campo cuando fuera necesario.
Esta semana, en los partidos que Francia disputará ante Holanda y Rusia, Kanté tendrá la oportunidad de debutar con ‘les Bleus’ y de convencer a Didier Deschamps de cara a una posible participación en la Eurocopa que se disputará el próximo verano, precisamente en terreno galo. Lass Diarra también está convocado, y todo parece indicar que alumno y maestro deberán pelear por un puesto en la selección tricolor.
Mucho le ha cambiado la vida a Kanté, que en 3 años podría pasar de jugar en el Championnat francés, la equivalente a la Segunda B española. Ahí disputó su primera temporada completa como jugador profesional, en las filas de un Boulogne recién descendido con el que había debutado la temporada anterior, todavía en la Ligue 2.
A la segunda división francesa volvió al enrolarse en el verano de 2013 en las filas del Caen. Ahí ya comenzó a verse esa capacidad para quitarle el balón al contrario, sobre todo al año siguiente cuando el equipo normando ascendió a la máxima categoría gala y el nombre de Kanté aparecía ya en la lista de futuribles de algunos equipos de la Premier, como el Leicester.
En un equipo que juega a cerrar bien los espacios atrás y aprovechar las pocas jugadas de ataque como si fuera la última del partido, la presencia de Kanté se antoja fundamental. El mediocentro no destaca precisamente por su juego combinativo, para tocar el balón ya están Mahrez o Albrighton, pero sus cualidades tácticas y físicas le permiten destacar sobre todos los demás en el centro del campo de los ‘foxes’. Donde más se pudieron comprobar esas capacidades fue en el partido en el Emirates Stadium, a pesar de la derrota ante el Arsenal.
También ha dado alguna asistencia, siempre buscando la carrera de un Jamie Vardy que se desfonda en cada partido, e incluso ha marcado un gol en esta edición de la Premier League que comanda el Leicester con un arranque fulgurante que, a día de hoy, no ha tenido ningún bajón y que está a solo tres jornadas de ganar el campeonato inglés, con 5 puntos de ventaja sobre un Tottenham que también está sorprendiendo, aunque no al nivel del equipo de Ranieri.
Ese gol llegó en la victoria ante el Watford por la mínima, como casi todas. Al poco de comenzar la segunda parte, Kanté le pegó desde la frontal y su disparo, sin aparente peligro, se lo tragó Gomes para el 1-0 de los ‘foxes’. Vardy marcaría el segundo y Deeney reduciría distancias, los dos de penalti, pero Kanté ya había puesto su sello en una de las 19 (hasta la fecha) victorias del Leicester en esta Premier 2015/16.
Kanté tiene contrato con el equipo de las East Midlands hasta finales de junio de 2019 desde que pagaran por él 8 millones de euros al Caen. Una cifra que, si nos atenemos a los precios pagados aquí en España, pueda parecer una cifra alta teniendo en cuenta que el Leicester se salvó del descenso la pasada temporada en la penúltima jornada, después de empatar a cero en Sunderland.
Sin embargo, el dinero que manejan en la Premier después del último reparto televisivo y el hecho de que casi con toda seguridad el Leicester vaya a jugar Champions League la próxima campaña, provoca que el club que quiera adquirir a Kanté de cara a la próxima temporada vaya a tener que pagar una buena cantidad de dinero.