El español Quique Sánchez Flores, entrenador del Watford inglés, cree que la llegada de Pep Guardiola al Manchester City la próxima temporada, después de su paso por el Bayern Múnich, "es un premio para la Premier porque es una forma de expandir la marca".
"Hay una apertura general del fútbol mundial, pero aquí se nota porque era un fútbol más cerrado. Hay muchos entrenadores extranjeros, diferentes estilos. Vale todo. Y la contribución de técnicos que entienden el fútbol de otra manera, más en el caso de Pep que es tan radical en su apuesta ofensiva es un premio para la Premier porque es una forma de expandir la marca", aseguró.
En una entrevista con beIn Sports, el técnico madrileño recordó que con Guardiola, cuando éste entrenaba al Barcelona, solía reunirse después de los partidos para intercambiar opiniones sobre los mismos, de forma similar a cómo se hace en la liga inglesa.
"Cuando íbamos al Camp Nou te invitaba y hablábamos de fútbol y nos entendíamos muy bien, pero no es habitual en España u otros países. Hablábamos de los valores. Recuerdo que tras perder 3-0 con ellos me preguntó con qué me quedaba y le respondí que con una carrera de Messi a la salida de un córner brutal que le disputaba a Agüero.. Y me dijo que eso era lo que le iban a enseñar a los niños de la escuela pasado mañana", señaló.
Quique destacó que en Inglaterra "no se debate del estado de humor después de ganar, perder o empatar". "Aquí tenemos un meeting room para compartir normalidad e intercambiar opiniones. Vas y contribuyes a que las relaciones entre entrenadores sean buenas y que sean diálogos positivos para sacar algo también positivo", dijo.
Otra de las diferencias que ha apreciado en el fútbol inglés es la "emoción que transmite" en cada partido, "la energía que se emplea", "el constante contacto feroz" y "la contribución de los árbitros en no cortar el juego".
"Ir a los campos y ver el ambiente y la expectación, que es parte de la cultura del país, que es un acontecimiento como lugar de reunión. Es más que un deporte, que es lo que realmente es el fútbol. El nivel de contacto, de energía y de fricción del juego, así como la contribución de los árbitros en no cortar el juego me parece diferente", destacó.
En su opinión, también favorece el ritmo que se señalen menos faltas. "Con respeto a los árbitros españoles que son muy buenos o a los de aquí, que también, pero parte de la cultura y de entender el juego de un lado y de otro y pasa eso: aquí son 14, 12 faltas, en España son 28, 30 faltas es una barbaridad, el juego parece que se interrumpe cada poco. Es otra forma de percibirlo".
Cuestionado por el peso que tiene en su trabajo diario manejar los datos estadísticos, Quique explicó que se apoya en ellos porque permiten comprobar si se "está progresando o perdiendo".
"Por ejemplo, si tenemos una posesión eficiente y si genera ocasiones de gol, tiros a puerta... Nos interesa saber si cuando tenemos la pelota somos más o menos dominadores del resultado final. Contextualizando todo es muy interesante pero siempre muy por detrás de la sensibilidad", concluyó.