El ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, firmó hoy con la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) un protocolo para "limpiar el fútbol italiano de la mafia" y arrebatárselo a aquellos "que lo usan para blanquear capitales".Este protocolo, que entró en vigor este miércoles, servirá para poner en marcha "una fórmula severa de control que certifique la honorabilidad y la solvencia económica de todo aquel que asista a los estadios", explicó Alfano.
El objetivo es "reparar y proteger el fútbol de las infiltraciones mafiosas gracias a rigurosos controles de comprobación de datos que se cotejarán con la información aportada por el Ministerio del Interior y el Banco Nacional de Datos".
Se trata, según los organismos firmantes, de un protocolo "que impone una nueva filosofía de reglas para encontrar a sujetos que utilizan el fútbol para sus operaciones criminales".
La relación entre clubes y organizaciones mafiosas representa, según el ministro, "un canal de lavado de dinero procedente de actividades ilegales a través de inversiones en apariencia legales".
Los vínculos con los clubes ayudan a construir una imagen pública positiva de los mafiosos debido al "amplio interés que generan los partidos de fútbol", dijo el presidente de la FIGC, Carlo Tavecchio.
Este protocolo empezó a gestarse hace un año con "una serie de procedimientos administrativos y penales que nos han permitido llegar al punto más importante y poder restituir el fútbol a las familias para no ser tachados por este tipo de intervenciones ilegales", explicó Tavecchio.
Alfano, asimismo, hizo público que este año ha descendido respecto al anterior en un 38,8 % el número de aficionados heridos en trifulcas futboleras y también en un 17,2 % el de heridos entre los miembros de las fuerzas del orden.