Osasuna, que anoche logró el ascenso a Primera División en Girona, ha festejado de madrugada el regreso a la máxima categoría, pasadas las cinco de la mañana, con los aficionados en Pamplona, donde está tarde será recibido por las instituciones navarras: Gobierno de Navarra y Ayuntamiento.A pesar de que Osasuna finalizó el partido del ascenso en Montilivi a las nueve de la noche y tenía pendiente un largo viaje de regreso en autobús, miles de aficionados 'rojillos' esperaron en Pamplona su regreso para poder celebrar el ascenso, dos años después de haber perdido la máxima categoría.
La plantilla y el cuerpo técnico de Osasuna llegaron a Pamplona a las cinco y cuarto de la madrugada, y se dirigieron directamente a la Plaza del Castillo, lugar habitual de las celebraciones del club, para festejar el ascenso con los hinchas durante aproximadamente veinte minutos.
En un acto improvisado, sin megafonía y por lo tanto sin la posibilidad de que los jugadores pudieran dirigirse a los aficionados, la plantilla agradeció el apoyo brindado por sus seguidores durante la temporada.
Bajo el humo de bengalas rojas y con una Plaza del Castillo abarrotada, el cuerpo técnico encabezado por el técnico Enrique Martín y la plantilla se subieron al quiosco de la céntrica plaza pamplonesa para corear con los aficionados las canciones de animación del equipo.
Los seguidores 'rojillos' corearon con especial dedicación los nombres del entrenador, Enrique Martín; de Kenan Kodro, pieza clave en la fase de ascenso y autor del gol de ayer en Girona; de Mikel Merino, también clave durante esta temporada y el último talento osasunista que ha sido traspasado al Borussia Dortmund; y Nauzet Pérez, portero que ha disputado todos los minutos de la Liga.
Osasuna será distinguido esta tarde en recepción oficial por el Gobierno de Navarra, a las seis de la tarde, y por el Ayuntamiento de Pamplona, una hora más tarde, donde podrá festejar el ascenso de forma masiva con los aficionados 'rojillos'.
Previamente, a las cinco de la tarde, con salida desde el estadio El Sadar, una caravana llevará a los jugadores en autobús descapotable por las calles más céntricas de la ciudad hasta el Palacio de Navarra.