La composición de la Champions League podría variar a partir del año 2018 -como muy tarde en 2021-, después del principio de acuerdo al que han llegado la UEFA y la ECA (Asociación Europea de Clubs). La idea es que los clubes más importantes del panorama continental se aseguren su presencia en la mejor competición de clubes. No es la Superliga Europea que se había barruntado en los últimos tiempos, pero sí algo intermedio.
De esta forma, España, Inglaterra, Alemania e Italia se garantizarían cuatro representantes por edición. A los tres primeros clasificados de cada liga de esos países, se uniría un cuarto por una especie de invitación que, entre otras cuestiones, se basaría en baremos de las cinco últimas temporadas. Una manera de garantizar 16 equipos de estos cuatro países y que, además, no se queden fuera equipos potentes.
Las federaciones de Portugal, Francia y Rusia clasificarían a dos equipos de forma directa. Luego Ucrania, Bélgica, Holanda, Turquía y Suiza tendrían un representante. Los cinco o seis puestos restantes hasta los 32 totales serían para el resto de federaciones que deberían clasificarse en base a las actuales eliminatorias.
Se trata de un nuevo sistema que podría entrar en vigor entre 2018 y 2021. Todo con un trasfondo de mejora económica para los organizadores de la Champions League, ya que supondría que casi siempre participaran los mejores equipos europeos, los de las ligas más importantes, y los que más tirón de audiencias tienen.