El Athletic prepara con intensidad el estreno liguero

El Athletic ha vuelto al trabajo para preparar el estreno liguero, bajo la atenta mirada de muchos curiosos congregados hoy en Lezama, tras un par de días de descanso después del intenso fin de semana por Alemania que ha puesto punto final a su pretemporada.A las órdenes de Ernesto Valverde, que no ha parado de corregir y dar indicaciones en todo momento, han participado en el entrenamiento 23 jugadores, entre los que no estaban los lesionados Lekue, Rico y Sola, quien se ha ejercitado en solitario en su proceso de recuperación.
El que tampoco estaba ya era Guillermo, tras rescindir su contrato para marcharse al Elche por dos temporadas, aunque con opción de recompra por parte del Athletic.
La buena noticia la ha propiciado Sabin Merino, que ha participado en la primera mitad del entrenamiento con el resto del grupo, aunque después ha pasado a trabajar en solitario. Todavía se le nota renqueante del hombro, en el que llevaba una protección.
Tras el habitual calentamiento y los rondos iniciales, Ernesto Valverde ha dispuesto un circuito buscando potenciar el toque y la salida del balón, aspectos en los que se le nota especialmente incisivo al de Viandar de la Vera.
Posteriormente, ha organizado un partidillo de tres tiempos, en el que se han podido apreciar algunas posibles pistas de cara al estreno liguero ante el Sporting en El Molinón.
Laporte y Etxeita han actuado como centrales en el equipo con peto rojo, formando defensa con De Marcos, además de Saborit. Delante de ellos, Beñat y San José, con Viguera y Aduriz en punta. El donostiarra e Iker Muniain se han intercambiado en varias ocasiones el peto blanco que les identificaba como 'comodines' para jugar con los dos equipos.
Frente a ellos, la línea con más opciones de ser titular el domingo era la formada por Susaeta, Raúl García y Williams. El mediapunta navarro ha dado muestras de que llega al inicio de temporada muy bien, pese a haber estado un mes de baja por leves problemas cardíacos.
Presión, salida de la pelota y ritmo, mucho ritmo, era lo que les pedía Valverde a los suyos.