El Atlético de Madrid se hace previsible y ve alejarse el tren

Dos jornadas de LaLiga Santander han bastando para confirmar sensaciones en los tres aspirantes al título. Barcelona y Real Madrid muestran firmeza pese a estar lejos de sus mejores versiones. El Atlético de Madrid de golpe se ha convertido en previsible, sin acierto rematador y viendo cómo parte sin él el tren que tiene de destino la gloria.Roberto Morales
El calendario invitaba a pensar en un arranque ilusionante para el Atlético de Madrid antes del parón por las citas internacionales. En su camino se plantaban dos equipos recién ascendidos, Alavés en el Vicente Calderón y Leganés en el primer partido de su historia de Butarque en Primera.
No han hecho más que sacar a la luz problemas inesperados en un Atlético de Madrid que no ha estado a la altura que le exige el guión cuando tiene que llevar el mando. Le falta fútbol. Carente de ideas ante los planteamientos defensivos de equipos modestos que le han dado al Cholo de su propia medicina. La entrada en escena del francés Antoine Griezmann no palió los males rojiblancos.
El empate sin goles de Leganés, con los 'pepineros' con pinturas de guerra en la cara, peleando cada balón como si fuese el último y saboreando con puntos al máximo esfuerzo, fue uno más de una jornada que perdió el buen sabor del gol.
De los 40 tantos del primer capítulo liguero se pasó a una segunda jornada con cuatro empates sin goles, once equipos sin marcar y un pobre bagaje de 17 dianas.
Lo compensó el festival que se dio Las Palmas ante un Granada en el que Paco Jémez saca la bandera de la culpabilidad. Llegó a poner su puesto a disposición de la directiva, arrepentido de su planteamiento, con el calentón en el cuerpo de encajar un 5-1 por el equipo isleño que enamora con su buen gusto por el fútbol.
En San Mamés, llegaba el primer examen duro al vigente campeón. El Barcelona sufrió pero conquistó los tres puntos con un certero remate de Ivan Rakitic, asistido por el renacido Arda Turán (0-1). Con continuidad confirma las razones que llevaron a Luis Enrique a descartar su salida.
Se inició en un templo del fútbol la etapa de Ter Stegen como titular indiscutible. Con el chileno Claudio Bravo ya en el Manchester City, el portero alemán estuvo firme para dejar a cero al Athletic Club y jugó con fuego exhibiendo sus virtudes con los pies.
El sufrimiento fue compartido entre los grandes. El Real Madrid se topó con un Celta de Vigo que recuperó su identidad en el Santiago Bernabéu. Le faltó poner el remate a su valentía. Solo Orellana acertó para poner emoción a un duelo abierto por Álvaro Morata y sentenciado por el alemán Toni Kroos con un disparo convertido en toque de calidad a la red, repleto de precisión y una rosca imparable (2-1).
Fue el castigo a dos errores en la salida de balón de un Real Madrid que tras el parón recupera a futbolistas de la importancia de Cristiano Ronaldo, Karim Benzema o Keylor Navas.
Un desplome esperado era el del Valencia, convertido en equipo vendedor que prescinde de sus referentes en defensa, el alemán Mustafi, y en ataque, Paco Alcácer. Sin tiempo para recuperar la ilusión, la afición ché sufrió el segundo disgusto consecutivo al caer en la visita a Eibar (1-0) mientras sus despachos echan humo buscando nuevas estrellas que firmar.
El Villarreal, que busca aire que respirar en su pésimo inicio de campaña, fue el último que empató sin goles ante un Sevilla que pasa de exhibir pegada a quedarse huérfano de gol. Siguieron los pasos de Alavés y Sporting, de Leganés y Atlético, Betis y un Deportivo de la Coruña que ya añora la pegada de su líder. Lucas Pérez da el salto soñado a un grande al firmar por el Arsenal inglés y el equipo de su corazón busca a la desesperada un sustituto. LaLiga Santander pierde a una nueva estrella y la 'Premier' presume de músculo económico.