Tras sumar dos puntos de 24 posibles al finalizar la octava jornada de las eliminatorias sudamericanas, el seleccionador de fútbol de Venezuela, Rafael Dudamel, abrió la puerta a la resignación del Mundial Rusia 2018, ya lejano, pero al mismo tiempo tendió un puente hacia el de Catar 2022.María José Rey Palermo
"No vamos a vender falsas expectativas. Si no nos alcanza para Rusia, esto ya forma parte de lo que va a ser Catar 2022", aseguró el técnico en rueda de prensa tras el 2-2 de ayer ante Argentina, en el estadio Metropolitano de Mérida.
La Vinotinto aún no está eliminada matemáticamente cuando restan 10 jornadas por disputar a las eliminatorias, pero con seis derrotas a cuestas llegó a "un punto límite", como reconoció el seleccionador venezolano, con ningún margen de error.
En las últimas cuatro eliminatorias sudamericanas el máximo de caídas para clasificar, incluso sin pasar por repesca, fueron seis, pero con un mayor número de victorias entre ocho y nueve.
Estas cifras obligarían a la selección venezolana a transitar un camino casi perfecto en la decena de choques que aún le faltan por disputar, de los cuales la mitad serán en condición de visitante.
La próxima jornada de las eliminatorias se disputará en octubre próximo, y visitarán al líder Uruguay, en Montevideo, para luego recibir al Brasil de Neymar en Mérida.
A pesar de los resultados en estas eliminatorias, el panorama no es tan sombrío para la Vinotinto en una mirada al futuro próximo.
Bajo la conducción de Dudamel Venezuela ha tenido un buen desempeño, aunque no haya podido escalar en la clasificación a Rusia 2018 a la cual llegó sustituyendo en el banquillo a Noel Sanvicente, quien se fue tras haber perdido cinco partidos.
Dudamel tomó el timón de Venezuela para la Copa América Centenario, disputada en junio pasado en Estados Unidos, en la que logró clasificar a cuartos de final dejando un balance de dos victorias, un empate y una derrota.
Debutó en las eliminatorias con una derrota ante Colombia (2-0) el pasado jueves y ayer empató 2-2 con Argentina, un partido que iba ganando por 2-0.
Más allá de postergar la esperanza de Venezuela de asistir a un Mundial por primera vez en Catar 2022, por razones evidentes, el técnico venezolano intentó rescatar el trabajo que ha venido realizando apoyado en los resultados obtenidos.
Además, el ciclo de Dudamel, que tiene cinco meses, ha sembrado la idea de que la renovación que ha hecho del equipo es la base para alcanzar el objetivo de ir al Mundial.
En la Copa América Centenario Venezuela presentó la nómina con el menor promedio de edad (24,6 años) de todo el torneo, e incluso fue más bajo en la convocatoria para esta doble fecha ante Colombia y Argentina (23,7 años).
La falta de experiencia del grupo fue quizá uno de los handicap para intentar salvar esta eliminatoria, pero hacia el futuro sumará tiempo de vuelo en estos jugadores para competir mejor en los próximos torneos, algo que no habría tenido luchando con un equipo de mayor rodaje que al final también perdiera el boleto a Rusia.
En esta selección venezolana han dado muestras de su talento jóvenes como el central Wilker Ángel, el lateral Mikel Villanueva, los mediocampistas Rómulo Otero, Adalberto Peñaranda, Yeferson Soteldo o Juan Pablo Añor, quien marcó un golazo ante Argentina.
Aguardan por demostrarlo Jhon Murillo, Yangel Herrera, Jacobo Kouffaty o Andrés Ponce, quienes ya han sido citados, y toda una generación de futbolistas Sub'20 que también comanda Dudamel y que competirán en el Sudamericano de Ecuador a principios de 2017.
El reto ahora será continuar el trabajo dentro de una eliminatoria prácticamente perdida, evitando, como dijo Dudamel, "vivirla con una amargura terrible sintiéndonos eliminados", para que su idea pueda seguir creciendo en el tiempo.