Hace 20 años, José Mourinho llegaba a Barcelona de la mano de Bobby Robson para ejercer de ayudante en el equipo culé, donde Guardiola era uno de los líderes del vestuario.
La buena relación que existió entre ambos durante esos años acabó como el rosario de la aurora cuando ambos empezaron el camino como entrenadores en solitario, protagonizando varios de los episodios más recordados en el fútbol de los últimos años.