La selección de Perú se quedó aún más lejos de entrar en los puestos que dan acceso al Mundial de Rusia 2018 tras empatar 2-2 con Argentina, en Lima, y perder 2-1 ante Chile, en Santiago, pero su juego continuó madurando con un equipo muy joven, cuyo margen de mejora invita a ilusionarse para las próximas eliminatorias.Fernando Gimeno
Pese a que los resultados siguen sin acompañar a la Blanquirroja, octava en la clasificación, con ocho puntos en diez partidos, el combinado peruano mostró tesón y plantó batalla a selecciones superiores, a diferencia de anteriores procesos clasificatorios, donde los peruanos se mostraron indolentes en muchos partidos.
Buena parte de ese cambio está en la revolución emprendida por su seleccionador, el argentino Ricardo Gareca, quien se apoya en el compromiso de una pléyade de jóvenes jugadores para renovar y cambiar por completo a la selección peruana.
Lejos queda ya la delantera de "los cuatro fantásticos", compuesta por Claudio Pizarro, Jefferson Farfán, Juan Manuel Vargas, y Paolo Guerrero, pues solo este último se mantiene en las listas de Gareca como líder de un incipiente equipo donde el juego colectivo prima por encima de las individualidades.
Todo comenzó en la Copa América Centenario, donde Gareca prescindió de la mayoría de las habituales estrellas de Perú para presentar un equipo con un promedio de edad de 25,7 años, cuyo buen rendimiento en el torneo le hizo mantener su confianza en los mismos nombres para las eliminatorias al Mundial.
Entre esos nuevos jugadores destaca el centrocampista del Sao Paulo brasileño Christian Cueva, responsable de darle al ataque peruano el toque de creatividad del que Perú adolecía en los últimos años, y toda una garantía para anotar penaltis, como los ejecutados en las eliminatorias a Ecuador y a Argentina.
Otro de los fijos para Gareca es Édison Flores, quien desde la banda izquierda demuestra su talento para desequilibrar partidos con jugadas puntuales, como sus goles conseguidos ante Ecuador en Copa América y ante Chile en eliminatorias.
Mención aparte merece la irrupción del delantero del Monarcas Morelia mexicano Raúl Ruidíaz, utilizado como revulsivo por Gareca para las segundas partes, y cuyo ingreso en la cancha hace mejorar notablemente la capacidad de Perú para crear ocasiones de gol.
Tan bien se entienden Ruidíaz y Guerrero que en ocasiones se extraña que el técnico argentino no apueste de salida por ambos jugadores en su alineación titular.
Por la banda derecha, el delantero Luiz Da Silva no se amilanó a sus 19 años para jugar ante Argentina, mientras que en la medular, el centrocampista Renato Tapia acumula galones en cada partido y su presencia crece a pasos agigantados, certificada con un gol a Ecuador.
Tampoco hay que pasar por alto el regreso a la selección del veterano Alberto Rodríguez, quien aporta una dosis de experiencia a la defensa, y los buenos pases del lateral izquierdo Miguel Trauco no hacen extrañar los centros de Vargas.
Si este grupo de jugadores continúa su crecimiento en la selección peruana, la Blanquirroja puede estar en condiciones de mejorar su trayectoria en la recta final de las eliminatorias y aspirar a una plaza para el Mundial en el siguiente proceso clasificatorio.