El delantero del Leicester Riyad Mahrez salvó este domingo a una irregular Argelia que firmó con la sorprendente Zimbabue el tercer empate en tres partidos de este Copa África de naciones.
Mahrez, elegido mejor jugador del año tanto en la Premier como en África, marcó los dos goles de su equipo, el segundo a falta de ocho minutos para el final del partido con un tiro lejano que contó con la colaboración del guardameta de "los guerreros" Tatenda Mukuruva (Dynamos de Sudáfrica).
El partido había comenzado con buena cara para los "zorros verdes del desierto", que pronto mostraron la virtud que les alumbra: la dinamita en un ataque compuesto por el propio Mahrez, su compañero de club Islam Slimani y el ariete del Dínamo de Zagreb, Hilal Soudani.
Los dos jugadores de la Premier mostraron su entendimiento en el balcón del área rival en el minuto 11: Slimani filtró un balón, y Mahrez penetró en la zona de castigo, fijó al defensa con un ágil quebró y puso el balón combado cerca del poste ante el que nada pudo hacer Mukuriva.
Pero también el defecto que hace que sean menos favoritos en esta edición: su fragilidad defensiva.
En apenas un cuarto de hora, y sin demasiado esfuerzo, los guerreros le dieron la vuelta al marcador: en el minuto 17, un tiro esquinado de Kudakwashe Mahachi (Golden Arrows), que llegó a rozar el guardameta Rais M'Bolhi (Antalyaspor), puso las tablas en el marcador.
Y en el 27, Nyasha Mushekwi adelantó a Zimbabue al transformar un penalti cometido por Mokhtar Belkhiter (Club African) sobre Onismor Bhasera (SuperSpor United) que le supuso la tarjeta amarilla al defensa argelino.
Las dos jugadas atemperaron el fulgurante arranque de los de George Leekens y le dieron el control y el dominio del juegos a los surafricanos, que se fueron al descanso sin llevarse apenas susto alguno.
El panorama cambió en la segunda parte, sobre todo gracias a los cambios. Yacine Brahimi (Porto) comenzó a entrar más en juego y los "zorros verdes del desierto" a rondar con más peligro el arco defendido por Mukuriva.
Aún así, Zimbabue pudo abrir aún más la brecha en el marcador en el minuto 53, pero Khama Billiat (Mamelodi Sundows) no supo aprovechar un regalo del defensa del Betis Aïssa Mandi que con el que podría haber noqueado a Argelia.
Fue un punto de inflexión: a partir de ese momento los norteafricanos se hicieron con la manija y comenzaron a acumular -y a fallar- oportunidades hasta que en el 82 un balón lejano, lanzado por Mahrez desde 25 metros, puso justicia en el marcador.
De ahí al final, tanto Slimani como Brahimi desperdiciaron sendas buenas ocasiones de hacer el tercero y espantar así los fantasmas de una selección muy presionada que no alza el título desde que lo ganara en 1990 en casa.