El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, dijo este lunes que el asesinato de un niño de 10 años a manos de su entrenador de fútbol, quien la semana pasada lo secuestró a la salida de la escuela, es tremendamente lamentable" y absolutamente incomprensible".El niño, Felipe Romero, hijo del exfutbolista uruguayo Luis "Lucho" Romero, quien militó en el Peñarol y el Nacional de su país, entre otros, fue encontrado este sábado sin vida junto al cadáver de su entrenador, Fernando Sierra, ambos con heridas de arma de fuego, por lo que la Policía presupone que lo asesinó y luego se suicidó.
"Terrible. Tengo el mismo sentimiento que seguramente tienen todos los uruguayos y uruguayas. Hay que trabajar este tema con mucho respeto, con mucho cuidado, con mucha atención porque son muchas las susceptibilidades heridas", indicó Vázquez a la prensa antes de comenzar un Consejo de Ministros.
El secuestro del niño tuvo lugar en el departamento (provincia) de Maldonado, al sureste del país, desde ahí el entrenador se lo llevó en auto hasta el departamento de Lavalleja, a la localidad de Villa Serrana, también en el sureste.
Fuentes policiales de Maldonado dijeron a la prensa que el niño tenía una estrecha relación con el adulto ya que era "la figura paterna" del joven.
El médico forense que está al cargo del caso, Sergio Mozo, dijo al medio local Subrayado que había indicios de abuso sexual en el cuerpo del niño aunque no recientes pero agregó que aún no están los resultados definitivos.
Asimismo, Mozo comentó que el niño posiblemente fue sedado antes de su muerte porque no hay señales de forcejeo en su cuerpo.