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Cinco celebraciones para no olvidar

ElDesmarque

Un gran éxito siempre debe ir acompañado de una gran celebración. Así lo escriben los cánones del mundo futbolístico que, desde el inicio del mismo, siempre ha guardado grandes noches para el recuerdo. Sin embargo, en el siglo XXI, cada vez cuesta más ver festejos jamás observados. Por eso, en ElDesmarquerepasamos cinco celebraciones para no olvidar.

Por si fuera poco, el último curso ha regalado varias jamás observadas por el gran público. Algo que ha ayudado a confeccionar una lista donde aparecerán fiestas muy recientes por aficionados... y jugadores.


Corría el año 2015. Vilas-Boas, el discípulo de Mourinho en el Oporto, dirigía al Zenit de San Petersburgo y con su equipo consiguió alzarse con la liga Rusa. El festejo y el baño de masas se vio aparcado por una curiosa foto aristócrata que no pasó desapercibida. 

 

Un año después, en 2016, el mundo 'conoció' a Islandia. La selección islandesa jugó una magnífica Eurocopa y sus aficionados se convirtieron en uno de los focos de atención del campeonato. La céntrica plaza Arnalhót de Reikiavik se abarrotó de aficionados para recibir a los suyos. El público alzó los brazos, esperó los golpes del tambor y resonó, en un país de poco más de 300.000 habitantes, el famoso grito de guerra del equipo: ¡Huh!
La isla de los mil volcanes retumbó gracias al fútbol. 


Nos trasladamos hasta 2017. Con el Copenhague campeón en Dinamarca, los jugadores tuvieron un precioso gesto. La plantilla, uno de los capitanes específicamente, se acercó a la grada y cedió la copa y una de las medallas para que un grupo de aficionados se la prestase a un hincha ciego. Un gesto que, a buen seguro, nadie olvidará. 


Como si de la armada de Daenerys Targaryen (conocida personaje de la serie estadounidense 'Game Of Thrones') se tratase. Así celebraron los aficionados del Besiktas el título de su equipo, surcando los mares turcos. Una espectacular imagen. Una celebración que, a buen seguro, quedaría preciosa en cualquier costa de España. ¿Imaginan a Zidane liderando el barco?

 

En esta ocasión, la celebración pasará a la historia por su dureza. En Mallorca, en plena ebullición por la Duodécima levantada por el Real Madrid, un aficionado decidió escalar y, cuando ya llegaba a la meta, resbaló y sufrió un duro golpe. Una imagen que, a buen seguro, hará aprender a los más pequeños de casa. No lo hagan, jamás.

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