La elección de la sede de la final de la Liga de Campeones y de la Liga Europa 2019, a las que optan el Wanda Metropolitano y el Sánchez Pizjuán, es uno de los principales decisiones que mañana adoptará la UEFA en su Comité Ejecutivo, junto a la aprobación del reglamento de la Liga de Naciones 2018-2019.La Federación Española (RFEF), la de Azerbaiyán y la de Turquía se juegan la organización de dichas finales. La primera con la candidatura del Metropolitano para la Liga de Campeones y el Sánchez Pizjuán para la Liga Europa; la segunda con el estadio olímpico de Bakú como rival para las dos finales, más la Supercopa, y la tercera con el Besiktas Park de Estambul para la Liga Europa.
El informe de evaluación que la UEFA hizo público sobre los campos aspirantes hace cuatro días deja con buenas opciones al recién estrenado estadio atlético (67.829 espectadores), que cumple, en su opinión, los requisitos de capacidad, accesibilidad, estancia y planes de seguridad y desalojo.
El documento refleja que en el momento de su elaboración no se pudo constatar "la calidad del césped natural" del recinto, que no dispone de espacio suficiente en su interior para las áreas de hospitalidad de los patrocinadores.
Sí dispone de ellas el estadio olímpico de Bakú (70.055 espectadores), que igual que el campo madrileño cumple las exigencias de la UEFA para acceso, desalojo e instalaciones.
En su dossier la UEFA indica que, pese a las buenas condiciones, la visión en parte de la zona baja del recinto "está parcialmente obstaculizada por la sombra del estadio, lo que hará que se reasigne su capacidad neta".
Para la final de la Liga Europa, la UEFA tendrá en cuenta que el Sánchez Pizjuán (42.809 espectadores) acometerá una renovación que acabará en diciembre de 2018 y que actualmente solo cumple "de forma parcial" sus exigencias de capacidad y accesibilidad.
"No dispone de suficientes zonas de aparcamiento disponibles", sostiene el informe, que cita que "únicamente" dispone de 13.071 asientos cubiertos y "un número limitado se aseos, insuficientes salas para primeros auxilios y pocas facilidades para discapacitados".
El Besiktas Park de Estambul (41.188 espectadores) cumple las principales exigencias, aunque la zona de hospitalidad para patrocinadores no puede ubicarse dentro del recinto.
El Ejecutivo resolverá también dónde se jugarán la Supercopa y la final de la Liga de Campeones femenina en 2019.
Los estadios Quemal Stafa de Tirana (ALB), Toulouse (FRA), Haifa Sammy Ofer (ISR), Astana Arena (KAZ), National de Belfast (NIR), Arena Gdansk (POL) y Besiktas Park (TIR) optan a acoger la Supercopa, mientras Ferencvaros Arena de Budapests (HUN) y Astana Arena (KAZ) lo hacen a la final de la Champions femenina.
El Ejecutivo, que debe aprobar el reglamento de la primera edición de la Liga de Naciones, está citado por la tarde en Nyon (Suiza) después del Congreso Extraordinario que la UEFA celebrará en Ginebra y en el que determinará, entre otras cosas, quién ocupa la vicepresidencia vacante dejada por Ángel María Villar desde el pasado julio.
El presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) fue suspendido durante un año por el Consejo Superior de Deportes (CSD), tras su ingreso en prisión condicional -evitada después con fianza- como presunto responsable de los delitos de administración desleal, apropiación indebida, estafa, falsedad documental y corrupción, dimitió de los cargos que ocupaba en la UEFA y en la FIFA.
En esta segunda, además de representar a la UEFA en el Consejo, era vicepresidente sénior. En UEFA ocupaba una de las vicepresidencias, después de que el pasado 5 de abril dejara de ser vicepresidente primero cuando en el último congreso celebrado en Helsinki le reemplazó el sueco Karl-Erik Nilsson.