El polvorín que estalló en el vestuario del PSG después de la discusión entre Cavani y Neymar por lanzar los penaltis en el equipo parisino no se calma, y ahora los futbolistas uruguayo y brasileño han sido protagonistas de un nuevo encontronazo.
El presidente Al Khelaifi intentó solucionar la polémica ofreciendo un millón de euros a Cavani por colocar a Neymar como lanzador de penaltis principal del club, pero el delantero charrúa lo ha rechazado, según El País, al considerarlo una ofensa a sus galones dentro del equipo. La treta consistía en sustituir la cláusula variable del contrato del uruguayo que consistía en recibir un millón de euros si terminaba máximo goleador de la Ligue 1 por una fija, sumando este millón al sueldo del jugador.
Mientras, Neymar sigue enfadado dentro del vestuario al considerar que los penaltis son tarea suya por ser la referencia del equipo después de su multimillonario fichaje este verano. Mientras, se distrae fuera de los terrenos de juego de fiesta en Londres con su amigo, el piloto Lewis Hamilton, y se libró de jugar el último partido ante el Montpellier de liga francesa por una lesión en el pie que ha dejado dudas.
Ahora mismo, todo el vestuario permanece, de una u otra forma, implicado en la batalla entre los dos delanteros. Incluso Marquinhos y Lucas Moura, dos futbolistas brasileños, se habrían puesto de lado de Cavani por la polémica de los once metros.
Este malestar dentro de la plantilla existiría desde que el PSG comenzó a tener sospechas de que la UEFA podría sancionar al club por incumplir las normas del 'fair play' financiero. Esto habría llevado a Al Khelaifi a ofrecer buscarse equipo a varios jugadores de peso como Di María, Matuidi, Thiago Silva, Lucas Moura, Pastore, Draxler o Aurier. La salida de Matuidi, por sólo 20 millones a la Juve, habría sido una de las que más ha dolido al resto de futbolistas.
Mientras, veteranos como Thiago Silva o Motta intentan calmar la situación negociando con las dos partes. Incluso Dani Alves intentó poner paz invitando a la plantilla a una cena, pero de momento ni los brasileños, ni Al Khelaifi ni Unai Emery consiguen terminar una 'guerra' que tiene difícil final si ninguna de las partes cede.