El ambiente festivo y las ganas de ver a la selección en Alicante no han logrado eclipsar la polémica con Gerard Piqué, quien recibió pitos y aplausos por igual en el entrenamiento de esta tarde de España en el estadio Rico Pérez.
Muchos aficionados corearon con insistencia el nombre de Piqué en repetidas ocasiones, obligando a saludar al jugador a la grada, pero el central también escuchó silbidos, si bien el tono de las críticas fue mucho menor que el que vivió en Las Rozas el pasado lunes.
La salida del jugador catalán al Rico Pérez se hizo esperar, lo que provocó una enorme expectación en las gradas. Gritos a favor y silbidos acompañaron los primeros pasos del futbolista del Barcelona sobre el césped.
Sin embargo, en apenas unos segundos la grada se olvidó de Piqué para centrarse en aplaudir y corear las acciones de los jugadores españoles, divididos en dos grandes rondos en el centro del campo.
Los 17.000 seguidores que se congregaron en el Rico Pérez ovacionaron los remates a puerta de los seleccionados y cantaron los goles y las paradas de los porteros, si bien cada acción en la que participaba Piqué provocaba alguna reacción en la grada.
Al término de la sesión, una parte de la grada volvió a corear el nombre de Piqué, mientras en la otra se oyeron algunos silbidos, si bien las carreras de tres jóvenes espontáneos sobre el césped, que fueron placados por los miembros de seguridad, distrajeron a los seguidores y pusieron el punto final al entrenamiento.
Con anterioridad al entrenamiento de España, la selección de Albania realizó una ligera sesión preparatoria a las órdenes del técnico Christian Panucci.
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