El cambio de equipo de John Terry tras dieciocho años en el Chelsea es algo que muchos no comprendieron, pues bien, su contrato es la clave del cambio. Tres días libres por contrato y ejercitarse con el Chelsea son algunas de las curiosas claúsulas del contrato, que solo una leyenda del fútbol puede tiene a su alcance.

 
John Terry puede presumir de haber disfrutado más de veinte años en la élite del fútbol inglés. El Chelsea, el club de su vida, permitió su salida a un club de segunda división, el Aston Villa, algo desconcertante que acaba de cobrar sentido. El defensa al oficializar su contrato firmó disfrutar de tres días de descanso y poderse ejercitar, con el club de sus amores, a las órdenes de Conte.
Da lo mismo la situación y el momento del Aston Villa que el central pasa tres días en su ciudad. Y así semana tras semana. Además, no ha querido cambiar ni su residencia ni sus costumbres, por lo que puso como claúsula inamovible que sus entrenamiento siguiesen siendo, como en las últimas dos décadas, en el Chelsea.
A sus 36 años, y al máximo nivel, se niega a colgar las botas, quiere seguir disfrutando del fútbol y aunque el Chelsea no le permitió hacerlo en sus filas, el defensor se ha encargado de encontrar la fórmula para seguir en los terrenos de juego. La leyenda continúa.