Ignacio Racionero, el ultra detenido como presunto autor de asestar tres puñaladas a un joven de 22 años miembro del Frente Atlético este jueves en las proximidades del estadio rojiblanco Wanda Metropolitano, se ha negado a declarar ante la Policía, que mañana sábado le pondrá a disposición judicial.Fuentes policiales han indicado a Efe que el detenido, que permanece desde su arresto en la madrugada del viernes en los calabozos de la Brigada Provincial de Madrid situada en el complejo de Moratalaz, no ha querido hacer declaración alguna ante los agentes.
Racionero, que estuvo implicado en el asesinato del seguidor de la Real Sociedad Aitor Zabaleta en 1998, será trasladado este sábado a los juzgados de plaza de Castilla en la conducción habitual que la Policía hace de arrestados desde Moratalaz y será el juez de guardia de detenidos quien le tome declaración.
Ignacio Racionero, de 40 años y conocido como "El Raciones" o "El Loco", fue detenido por agentes de la Brigada de Información de Madrid en las cercanías de su casa en el centro de la capital como presunto autor del triple apuñalamiento a un miembro del Frente Atlético.
Los hechos se produjeron en las proximidades de un bar donde suelen reunirse aficionados del equipo madrileño, cerca de la estación del metro de Las Musas. Dos jóvenes discutían de fútbol cuando presuntamente Racionero se acercó a uno de ellos por la espalda y sin mediar palabra le asestó tres puñaladas en muslo, brazo y espalda.
Según relataron a Efe varios testigos de la agresión, el detenido huyó del lugar, tiró el cuchillo en un parque infantil y se fue de copas.
La víctima, de 22 años y que vestía una camiseta del Frente Atlético, fue operada inmediatamente en el Hospital de la Paz y su vida no corre peligro.
Ignacio Racionero fue uno de los 20 imputados en el apuñalamiento mortal de Aitor Zabaleta, ocurrido en las inmediaciones del Estadio Vicente Calderón el 8 de diciembre de 1998, poco antes del partido que enfrentó al Atlético y a la Real Sociedad.
Aunque fue exonerado de participar en el asesinato, su historial delictivo de robos con violencia, fundamentalmente en farmacias, le llevó a la cárcel de la que había salido hace apenas seis meses tras cumplir 12 años de condena.
En 2001, Racionero fue expulsado como socio del Atlético y en 2005 fue protagonista por asaltar el entrenamiento del equipo en Majadahonda y encararse e insultar a jugadores y entrenadores junto a otros diez ultras.