Buenos Aires, 15 jun .- La muestra "Tiren papelitos", inaugurada este viernes 40 años después del Mundial de Argentina 78, recupera la "fiesta y el horror" que vivieron los locales, que celebraron su primer campeonato del mundo en medio de la más sangrienta dictadura cívico militar de su historia (1976-1983).
La exposición "Tiren Papelitos: Mundial '78 entre la fiesta y el horror" se muestra en el Parque de la Memoria, un espacio público ubicado en la zona norte de Buenos Aires creado como monumento en honor a las víctimas del terrorismo de estado.
"Queríamos hablar del Mundial 78, mostrar ese enorme contrasentido que fue la celebración del Mundial en plena dictadura militar con gente detenida, desaparecida y torturada, pero con una multitud de argentinos celebrando en las calles porque Argentina ganó ese Mundial", explicó a Efe Florencia Battiti, comisario de la obra.
"Toda esa gesta deportiva quedó encerrada en una contradicción que es imposible de saldar al día de hoy, es muy compleja, es paradójica. Tiene componentes del real y genuino disfrute del deporte pero además estaba una realidad completamente soslayada y que se trataba de ocultar por parte del Gobierno Militar de ese momento", añadió.
La sala PAyS presentará, hasta el 20 de agosto, esta muestra en la que se pueden apreciar testimonios de los protagonistas del Mundial, de los referentes de las organizaciones de derechos humanos, declaraciones de personas que fueron ilegalmente detenidas y torturadas durante la competencia y afiches que llamaban al boicot de la Copa del Mundo por los delitos de lesa humanidad cometidos.
Al recorrer los distintos ambientes de la muestra, el espectador es asaltado por sentimientos contradictorios.
En algunas zonas se exhiben entrevistas y fotos de los futbolistas que vencieron por 3-1 a Holanda y le dieron al país su máxima alegría deportiva hasta ese momento.
Sin embargo, al cambiar de sala se leen testimonios de personas detenidas ilegalmente y torturadas antes, durante y después del Mundial, quienes rezaban por un triunfo albiceleste para que sus torturadores no se enojaran.
Un dato eriza la piel: la final entre Argentina y Países Bajos se jugó en el estadio de River Plate, a pocos metros de la entonces Escuela de Mecánica de la Armada, el mayor centro de exterminio del régimen de facto.
"Tiren Papelitos" es el resultado de una investigación realizada por el colectivo de periodistas NAN y el Parque de la Memoria.
Combina textos, imágenes, material audiovisual y de archivo junto a obras de artistas contemporáneos de cada una de las provincias que fueron sedes mundialistas.
Participaron de esta muestra Adriana Bustos, Carlos Trilnick, Daniel Merle, Diana Dowek, José Luis Landet, Mariana Tellería, Martín Kohan y Rosana Fuertes.
La obra analiza los mecanismos utilizados por los militares para intentar ocultar, a través de la fiebre mundialista, los delitos de lesa humanidad que cometían.
"Se cumplen 40 años del Mundial, al mismo tiempo cumple 20 años el Parque y está sucediendo el Mundial de Rusia. Nos pareció un buen momento, histórico, para poder mostrar sobre todo a los jóvenes y las nuevas generaciones qué pasó en el Mundial 78", añadió Nora Hochbaum, directora del Parque de la Memoria.
"Tiren Papelitos" fue la frase que inmortalizó Clemente, un personaje de historietas de Carlos Loiseau, conocido como 'Caloi'.
Tradicionalmente, los hinchas argentinos celebraban las salidas de los equipos al campo y los goles tirando papeles al aire en los estadios.
Sin embargo, los dictadores que gobernaban en ese momento intentaron abolir esta costumbre para mostrar que Argentina era "limpia y ordenada".
En la exposición se exhiben reproducciones de algunas de las tiras que publicó Caloi en el diario Clarín durante el Mundial.
"Por eso se llama 'Tiren papelitos, entre la fiesta y el horror'. La idea es mostrar al gran público esa tensión, esa contradicción que hubo entre ganar un Mundial en la Argentina en medio de la peor dictadura que tuvo este país y festejar que éramos campeones del mundo", explicó.
Complementan la muestra 78 testimonios audiovisuales, entre los que se encuentran, por ejemplo, el de Estela de Carlotto, presidenta de la organización de derechos humanos Abuelas de Plaza de Mayo, el de Ubaldo 'Pato' Fillol, portero de Argentina campeón del mundo en 1978, y el de Claudio Morresi, exsecretario de Deportes de la Nación, quien tiene un hermano desaparecido.
Para Hochbaum, la exposición "es un ejercicio de Memoria" y un "homenaje" a los desaparecidos.