El seleccionador de fútbol de Ecuador, Hernán Darío 'Bolillo' Gómez, regresó a este país andino con la meta de clasificarse al Mundial de Catar 2022 basado en la idea de sumar fuerzas entre jugadores, dirigentes, prensa y aficionados.
"No vine aquí porque no tenía más opciones. A Ecuador lo metí a la elite y no puedo desilusionar ante el recibimiento, lo hago por el cariño y el amor al país, y lucharé para unirlo mediante el fútbol", destacó en una comparecencia en la Casa de la Selección en la capital ecuatoriana.
'Bolillo' considera que se deben atajar los problemas externos al fútbol, pero que impiden la consecución de logros. En ese sentido, manifestó: "Debemos trabajar unidos y en orden con la selección mayor y la menor".
El entrenador colombiano reconoció que en los últimos años el combinado tricolor, que se quedó por fuera del Mundial de Rusia 2018, no logra grandes resultados y empleó un plural mayestático al asegurar: "No somos potencia, no hemos ganado y hemos perdido la humildad".
En este segundo desafío con la selección ecuatoriana, Gómez invitó a cualquier futbolista que quiera ser parte de la selección, a sumarse a su nuevo proyecto.
"Va a venir el que quiera buscar la gloria y hacer historia, nadie estará aquí obligado", subrayó.
El nuevo seleccionador ecuatoriano lamentó que la selección andina no haya logrado más de tres clasificaciones a la Copa del Mundo y por ello aseguró que trabajará para que no se repitan los errores del pasado y que, como buen líder, preparará de la mejor manera al conjunto nacional para la próxima cita ecuménica.
"Vamos a llevar a la selección al Mundial de Catar de 2022", dijo Gómez, quien ha sido tres veces mundialista: con Colombia en Francia 1998, con Ecuador en Corea-Japón 2002 y con Panamá en Rusia 2018.
Tras clasificar a los panameños por primera vez a un Mundial, Gómez se convirtió en el segundo entrenador en llevar a tres selecciones diferentes a la Copa del Mundo.
El único que supera esa marca es el francés Henri Michel, que lo hizo con Francia en 1986, Camerún en 1994, Marruecos en 1998 y Túnez en 2002.
En una valoración de la situación de la selección ecuatoriana aseveró que el fútbol ecuatoriano ha progresado pero todavía no se ha consolidado, e insistió en que se necesita de mucha unión para la clasificación a un mundial.
"El fútbol ecuatoriano todavía no se estabiliza. El fútbol ecuatoriano fue a un Mundial, inmediatamente fue a otro y después subió y bajó, subió y bajo y ahora está abajo, con unas dificultades muy grandes", precisó.
"El fútbol ecuatoriano, sin ninguna duda ha mejorado bastante, en muchos aspectos, pero no es por los técnicos de las selecciones, es por los jugadores y los clubes que forman y preparan física y técnicamente a sus jugadores para que mejoren el fútbol ecuatoriano", puntualizó en un guiño a los equipos locales que deberán nutrir las filas de la selección.
Y recordó que cuando vino en el 1999 se encontró con las mismas críticas, las mismas divisiones, pero cuando hoy sale a la calle se encuentra con mucho cariño.
El seleccionador aseguró que tuvo otras tres propuestas "interesantes" antes de aceptar la invitación de Ecuador pero que se decidió por el amor al país, y agradeció a Panamá el que "gracias a su clasificación" ello le permitiera volver a Ecuador.
"Las eliminatorias con Panamá me hicieron trabajar duro, me hice fuerte, pero en Rusia me hice más fuerte, para resistir las contra, que por fútbol no son, porque a Ecuador lo metí a la elite, por lo que me siento más preparado, más técnico y con más fortaleza para éste nuevo reto donde estoy feliz por la gente", resaltó.