Enric Gallego, delantero del Extremadura, se convirtió en el segundo futbolista capaz de marcar tres goles en un partido disputado en el Wanda Metropolitano tras el francés Antoine Griezmann, quien le hizo cuatro al Leganés el pasado curso.
Gallego logró ese registro durante el encuentro en el que su equipo se impuso por 1-4 al Rayo Majadahonda, que actualmente disputa sus partidos en el estadio del Atlético de Madrid mientras se realizan las obras de acondicionamiento del Cerro del Espino.
El ariete del conjunto extremeño, quien a sus treinta y dos años disfruta de su primera campaña en la categoría de plata del fútbol español, pasa asimismo a ser el único capaz de alcanzar ese registro jugando con el equipo que ejerce de visitante.
Intenso desde el arranque, Gallego estrenó su casillero de goles en la primera mitad al rematar solo de cabeza un saque de esquina ejecutado por su compañero Carlos Valverde. Fue el 0-1.
Ya tras el descanso llegaron las dos dianas restantes, el 0-2 y el 1-3. En la primera el delantero recogió un excelente pase en profundidad de Olabe durante una contra y tras marcharse del portero en su salida acabó llevando el balón a las mallas gracias a un tiro que se coló entre las piernas de Jorge.
Parecía que ahí iba a acabar su acierto pero en el tiempo de descuento se permitió el lujo de completar un hat-trick después de ganarle la espalda a la defensa y definir en el mano a mano con un toque sutil.
Finalizado el choque, apareció en zona mixta con el balón en la mano que sirve como reconocimiento a su hazaña: "Son muchos años de trabajo para llegar aquí. Para un delantero siempre es bonito meter goles y hacerlo en un estadio como el Wanda, sumando además los tres puntos que era lo importante, me hace muy feliz y me pone muy contento".
"La verdad es que nunca soñé con marcar tres goles en el Wanda pero he tenido la suerte de venir, de jugar y de estar acertado de cara a portería. Esta victoria va a reforzar al equipo y a la afición. La vivimos con mucha alegría porque la necesitábamos y porque hacerlo en el Wanda es algo bonito que te llevas para toda la vida", comentó muy satisfecho ante los medios de comunicación.