Curri Carrillo
Sevilla, 15 oct .- Desde Javier Clemente, que dirigía a España la última vez que jugó en el Villamarín, hasta Luis Enrique, en su cuarto examen desde que accedió al cargo tras el desastre del Mundial, el retorno del equipo español al estadio bético, veintitrés años después, acabó en un fiasco que decepcionó a su fiel afición.
Pese al apoyo incondicional de la grada, con muchos aficionados béticos que rivalizaron en cánticos con los 2.500 seguidores ingleses y que premiaron con un gran aplauso final el esfuerzo de la Roja en la segunda mitad, la decimocuarta visita de España al estadio del Betis no pudo tener un resultado más aciago (2-3).
El combinado español no jugaba en el Villamarín desde que ganó 1-0 a Armenia el 7 de junio de 1995 y la hinchada sevillana, siempre volcada con España, aguardaba este regreso con enorme ilusión, la que se encargó de despertar en toda la afición española el nuevo proyecto de Luis Enrique con sus tres triunfos previos.
Por ello, le dedicó un recibimiento espectacular, que luego se fue diluyendo por el devenir del partido.
Esta nueva presencia de la selección en el campo bético reunía buenos alicientes y curiosidades. Los dos últimos seleccionadores, Fernando Hierro y Luis Enrique Martínez, formaban parte de aquel equipo que, hace casi un cuarto de siglo, venció a Armenia justo antes de que España no volviera más a Sevilla con Javi Clemente.
Aquel 7 de junio de 1995, en el mismo escenario del mítico 12-1 a Malta el 21 de diciembre de 1983 y la consabida retahíla de goles: 4 de Santillana, 4 de Rincón, 2 de Maceda, uno de Sarabia y otro de Señor, Hierro marcó el único gol del partido y Clemente se llevó una bronca monumental por no alinear al bético Ángel Cuéllar.
El canterano verdiblanco se quedó calentando en la banda y el seleccionador fue silbado por parte del público por no hacerle jugar ante su afición. España no volvió, hasta hoy, al Villamarín, pero sí regresó el de Baracaldo, pero como técnico del Betis en la 1998-99.
Anécdotas y recuerdos que quedaron este lunes eclipsados por el discreto papel de la Roja en el cuarto encuentro con Luis Enrique en el banquillo.
Después de irse el equipo 0-3 al descanso en medio de bastantes pitos, y aunque luego intentó la machada apoyada de nuevo por los más de 50.000 espectadores que acudieron al estadio, España no pudo evitar encajar su quinta derrota en los catorce partidos disputados como local con Inglaterra, con 7 triunfos españoles y 2 empates.
Ésta ha sido, además, la segunda vez que la selección inglesa ha jugado en Sevilla, después de que el 11 de febrero de 2009, con el italiano Fabio Capello como seleccionador, perdiera 2-0 ante la Roja en un amistoso disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán con motivo del cincuenta aniversario de la inauguración del estadio sevillista.
El equipo español había ganado doce partidos y sólo había perdido hasta ahora uno en sus trece comparecencias anteriores en el Villamarín, frente a Francia por 1-2 el 12 de octubre de 1991, lo que le costó no clasificarse para la Eurocopa de Suecia'92.
Esta noche se vivió una desilusión similar, aunque el público reconoció el gran esfuerzo de España en la segunda mitad para buscar el milagro.
Al final, fue imposible, igual que el deseo de la afición bética de ver en acción a uno de sus puntales, el central Marc Bartra, que, como el meta verdiblanco Pau López, fue suplente.