España, intratable desde que Luis Enrique se hizo con su banquillo, quiere cerrar por la vía rápida el pase a la fase final de la Liga de las Naciones con un nuevo triunfo ante Inglaterra, rival frente al que se inició este nuevo ciclo y con el que se mide en el Benito Villamarín de Sevilla.
El preparador asturiano afrontará en el estadio bético su cuarto partido como seleccionador y en los tres anteriores levantó la moral de un equipo tocado tras la decepción del Mundial de Rusia.
El debut de Luis Enrique fue en este nuevo torneo con el reto de superar a una envalentonada Inglaterra tras su buen papel en el Mundial y además en el siempre complicado estadio londinense de Wembley.
España ganó en esa primera jornada 1-2 y días después confirmó las buenas sensaciones en Elche al golear a Croacia (6-0), un adversario que llegaba como subcampeón del mundo y que fue zarandeado por la nueva selección nacional.
Ahora, en este nuevo período de partidos internacionales, España se probó el jueves pasado en un amistoso en Gales y, pese a que aprovechó la cita para efectuar muchas rotaciones, algunas obligadas por las lesiones, el combinado volvió a dar una grata impresión (1-4).
En Sevilla, y tras el 0-0 con el que concluyó el viernes el otro partido del grupo, Croacia-Inglaterra, a España le vale el empate para estar virtualmente clasificada aunque todo sería matemático para ser primera con la victoria en el Villamarín.
Todo apunta a que Luis Enrique vuelve a efectuar muchos cambios y a que los más fijos retornen al 'once', casos del madridista Nacho Fernández, el jugador del Chelsea inglés Marcos Alonso o el barcelonista Sergio Busquets, quienes descansaron en Cardiff.
Se plantean dudas sobre la posibilidad de que el delantero Paco Alcácer, en racha con el gol en la selección -doblete ante Gales- y en el Borussia Dortmund, siga como titular.
También es posible que Luis Enrique le dé el gusto a Marc Bartra de jugar en su estadio ante la mayoritaria presencia de béticos, y más después de que aprovechara perfectamente la segunda parte que disputó ante Gales, con tanto incluido.
En cualquier caso, el Villamarín, que acoge su decimocuarto partido del combinado nacional y lo hace 23 años después de que se impusiera a Armenia (1-0) el 7 de junio de 1995, estará cercano al lleno en las cerca de sesenta mil localidades que tiene después de su última remodelación.
La selección inglesa, por su parte, jugará por segunda vez en Sevilla, tras el que tuvo lugar el 11 de febrero de 2009, con el italiano Fabio Capello como seleccionador y que perdiera 2-0 ante España en un amistoso disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán organizado por el cincuenta aniversario de la inauguración del estadio sevillista.
Ahora, Gareth Southgate y los suyos llegan a Sevilla con muchas bajas, dudas y la necesidad de sumar para no descender a la Segunda División de la Liga de Naciones.
En un intento de revolucionar el equipo que llegó a semifinales del Mundial de Rusia y acabó firmando un notable cuarto puesto, el técnico inglés probó en el empate a cero contra Croacia un nuevo sistema de juego que rompe con el esquema de los tres centrales y los dos carrileros recurrente hasta ahora.
En suelo croata, Southgate utilizó un 4-3-3 clásico, marcado por la plaga de bajas que afecta a Inglaterra y que se acrecentó tras el paso por el vacío estadio de Rijeka.
En la sequía goleadora ante Croacia, Jordan Henderson, centrocampista del Liverpoool, y John Stones, central del Manchester City, vieron su segunda amarilla de la competición y no podrán estar ante España.
Estas dos ausencias obligan a Southgate a volver a romperse la cabeza para idear un once de garantías. Sin lateral izquierdo por las lesiones de Danny Rose y Luke Shaw, en Croacia dio la alternativa al joven del Leicester City Ben Chilwell, quien debutó con la camiseta inglesa y lo hizo con notable alto, por lo que el que repita titularidad en Sevilla parece fuera de toda duda.
Joe Gomez, del Liverpool, sería el acompañante de Harry Maguire en la pareja de centrales y sin Henderson en el centro del campo, Harry Winks, junto a Eric Dier y Ross Barkley, es la opción más clara ante un equipo que no cuenta en esta convocatoria con jugadores del nivel de Dele Alli, Fabian Delph y Jesse Lingard, todos fuera por problemas físicos.
Si Southgate mantiene la idea de jugar con tres arriba, Raheem Sterling y Marcus Rashford acompañarían en la punta de ataque a Harry Kane, quien ya acumula seis partidos con la selección sin ver puerta. La última vez que lo hizo fue en los octavos de final del Mundial contra Colombia al anotar desde el punto de penalti.
Kane querrá marcar para acallar las críticas de este inicio de temporada en Inglaterra, donde le colocan un par de escalones por debajo del nivel del año pasado, y para reivindicar su figura de Bota de oro de la Copa del Mundo.