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Karanka:"Como niño sueñas con títulos, como entrenador ves lo difícil que es"

Manuel Sánchez Gómez

Londres, 18 oct .- Una de las cosas que más sorprende de la ciudad deportiva del Nottingham Forest es la sencillez de los verdes campos, la amabilidad de la gente y la tranquilidad que se respira en las praderas por las que danzaba (o sigue danzando) Robin Hood, originario de estas tierras.

En el interior de las instalaciones, rápidamente salta una frase enmarcada: "El éxito solo precede al trabajo en el diccionario". Esta sentencia, cuaja con la filosofía de un Aitor Karanka (Vitoria, 1973) que llegó al Forest hace diez meses y que, con el equipo en puestos de playoff de la Championship (Segunda división inglesa), aspira a devolverlo a la Premier League 18 años después.

En una entrevista con Efe, Karanka, sabedor ya de lo que significa tomar las riendas de un club dos veces campeón de Europa y dirigido en el pasado por la leyenda de Brian Clough, repasa su experiencia a orillas del río Trent.

Pregunta: ¿Cómo fue la inmersión en un club con esta historia?

Respuesta: Fue una sorpresa porque llegas y ves las Copas de Europa, la liga y el equipo que hizo historia del fútbol para siempre. Cuando entras y ves lo que hay dentro te das cuenta de que no fue casualidad. Es un club que sigue viviendo de las Copas de Europa, pero que en el presente le está costando. Hay que empezar trabajando en la mentalidad, sin olvidar la historia. Hacer ver que la realidad es que somos un club de Championship y trabajar con ello. Trabajar pensando que somos un club de Championship, no un club que ha ganado dos Copas de Europa.

P: ¿Cómo se mantiene viva la esperanza de un equipo que ya ha tocado techo?

R: Es algo que se transmite de generación en generación. Es curioso ver a la gente que vivió las Copas de Europa hace cuarenta años y ahora ver a sus nietos disfrutar con el equipo en Segunda. Se mezcla esa afición exigente que está acostumbrada a ganar en Europa con las nuevas generaciones que han oído de aquellas épocas y quieren estar, por lo menos, en Premier League.

P: ¿Qué le transmite a la ciudad?

R: Lo que quería hacer es volver a ilusionar a la gente. Las Copas de Europa siempre han estado ahí, pero había un cierto ambiente de subir sí o sí cada año, de empezar la temporada queriendo ascender y según iba pasando el tiempo no se cumplía. Desde que hemos llegado nosotros, se han cambiado 16/18 jugadores, han visto que no es un proyecto más, eso ha hecho que haya tanto socio. El ambiente en la ciudad es de mucho optimismo.

P: Nottingham es una ciudad pequeña, sin grandes rascacielos, con bosques, muy tranquila. ¿Es también un refugio para usted?

R: Después de salir del Middlesbrough, estuve diez meses esperando el proyecto adecuado. Hubo cosas que podían ser interesantes en el tema económico, pero después de Middlesbrough tenía que tener muy claro cuál era el segundo paso en mi carrera y cuando llegó la oportunidad del Nottingham Forest mucha gente me decía que, habiendo rechazado otras ofertas, porque había aceptado esta. Dije que me había transmitido lo que el Middlesbrough en su día. Alguien que me quería, que confiaba en mí y eso, para cualquier cosa en la vida, es importantísimo. Es un reto muy bonito.

P: Reto es la palabra, porque pasa de estar en la Premier a Segunda. ¿Lo considera un paso atrás?

R: Lo considero un paso más en mi carrera. Llevo tres/cuatro años entrenando. La primera experiencia fue espectacular en Middlebrough y ahora es otra más. No soy de los que piensan que cuanto más rápido vayas vas a llegar antes. Tienes que tener paciencia y dar los pasos adecuados, porque no hubiera servido de nada coger una oferta de la Premier y en un mes o dos meses no haberlo hecho bien al no conocer el proyecto y con las urgencias de la Premier.

P: ¿Ayuda a nivel mental y a nivel personal, estar fuera del foco mediático?

R: En mi caso lo tengo asumido por mi vida de jugador, de asistente de José (Mourinho) y de entrenador del Middlesbrough, es algo a lo que estás habituado. No es que estar fuera de los focos me ayude más o menos, es que ahora estoy en este paso. Es algo secundario.

P: ¿Qué imagen cree que tiene España de usted?

R: No es que no lo sepa, porque consideración tengo que tener ya que en aquellos diez meses libre tuve ofertas de Primera. Yo fui Aitor Karanka antes de ser asistente en el Real Madrid, he sido Aitor Karanka después y ahora también lo soy. Son diferentes momentos, diferentes cargos. Ya tengo la idea clara de cómo quiero ser entrenador. Lo que piensen o quieran pensar no es algo que me importe.

P: ¿No echa de menos el estar en el boca a boca?

R: No. Lo que echo de menos es venir cada día a mi despacho, intentar progresar, crecer en mi trabajo... Lo que me llena muchísimo es llegar a casa y ver que mi familia está encantada aquí. Es lo que me motiva y lo que se agradece.

P: ¿La familia arraiga más de lo que parece en Inglaterra?

R: Después de tres años en Middlesbrough, el siguiente paso tenía que ser algo interesante en el tema futbolístico, pero que no me separase de mi familia. Estoy creciendo y creándome una carrera y la prioridad en mi vida es la familia, no el fútbol. Lo importante es poder compaginar un reto bonito con poder ver el crecimiento de tus hijos en un país como este, aprendiendo un idioma diferente y abriéndose al mundo.

P: Da la sensación de que a veces el aficionado no comprende que el fútbol no es lo más importante para jugadores o entrenadores...

Depende de cada uno. Ya no solo en el fútbol, hacer algo en mi vida sin mi madre, sin mis hermanos, sin mi mujer, o sin mis hijos, no lo veo. Gracias a dios lo he podido compaginar. Ya soy un privilegiado por poder trabajar de lo que me gusta, si encima puedo compaginarlo con la familia, mucho mejor.

R: ¿Qué atrae de la Championship?

P: Un ejemplo bueno fue cuando debuté aquí en un Nottingham Forest-Aston Villa. Imagínate. ¿En qué Segunda división hay un partido con dos campeones de Europa?. Hay equipos que han ganado la Premier hace unos cuantos años y ahora están aquí. En nivel de aficionados, es la tercera o la cuarta liga más seguida del mundo. El estilo, la pasión y la forma en la que se vive. No hay partido en el que haya menos de 15.000 personas, y si las hay es porque el estadio es más pequeño. Esa locura de jugar sábado miércoles. En Middlesbrough jugamos 55 partidos el año que perdimos la final. Te hace tener que estar pensando en un encuentro cada día. Es apasionante, es muy dura, porque puedes ganar al primero y perder con el último. Ese nivel de exigencia es el que atrae.

P: ¿Cómo trata de diferenciarse como entrenador?

R: El estilo de todos es el mismo, intentar ganar, cada uno lo hace lo mejor que sabe. Mi estilo es el mismo, pero no puedes jugar igual si un año tienes los mejores futbolistas de Championship y al año siguiente subes y tienes el presupuesto más bajo de la Premier. No vas a poder jugar igual, tienes que amoldarte.

P: Brian Clough imponía la filosofía del grupo como fuerza mayor.

R: Es mi mentalidad y mi idea. Lo veo en grandes jugadores y en otros deportes, no hay nada más fuerte que un equipo junto. Individualidades en el fútbol... Hay casos como Cristiano Ronaldo y Leo Messi, pero como no puedes tener a esos dos tienes que crear un equipo fuerte en el campo, con tu staff de trabajo, con el cuerpo médico, que haya buena relación con todos. Para mí es igual de importante el presidente que el utillero.

P: ¿Es diferente la nostalgia de los éxitos pasado en España y en Inglaterra?

R: Es la positividad. Aquí todo el mundo está esperando que lleguen buenos momentos. No vives pensando: "estamos en Segunda, fuimos campeones de Europa y ya no va a volver a pasar". Aquí, e incluso en el resto de la liga, pierdes un partido y ya piensas que el siguiente lo vas a ganar. Somos 24 equipos en la Championship y 20 piensan que pueden subir. Las aficiones, lo mismo. Vas al campo del Blackburn Rovers, que acaba de subir de Tercera y allí no se habla de otra cosa que no sea subir. Esa mentalidad de pensar que puedes conseguirlo, muchas veces te lleva a ello.

P: ¿Cómo se lucha con ese pasado?

R: No creo que sea necesario. Se necesita saber dónde estás. Muchas veces, gente que ha pasado por aquí le ha pesado la presión. Desde que llegué se me ha preguntado por la presión de estar en un club con dos Copas de Europa, pero no es presión, es un reto. Los jugadores y demás tienen que saber que están en un equipo con dos estrellas en la camiseta y que esas dos estrellas vienen de algo y que hay que intentar, no volver a repetirlo, porque será prácticamente imposible, pero sí pelear al nivel que el equipo se merece.

P: ¿Qué prefiere, grandes expectativas u objetivos terrenales?

R: Las grandes expectativas suponen ponerte una presión que no merece la pena. Cuando no tienes experiencia sueles cometer errores y fue uno de los que hice cuando llegué al Middlesbrough y en mi primera rueda de prensa dije que estaba allí para subir a Premier League. Lo que al año siguiente fue una temporada fantástica, se convirtió en un fracaso porque perdimos la final. Aquellas declaraciones hicieron que llegar a la final fuese un fracaso. Por eso, las expectativas pasan por ir despacio.

P: ¿Con qué sueña entonces un entrenador?

R: Mi objetivo y sueño es ganar el sábado. Como entrenador no puedes ir más allá. Si sueñas con subir, con ganar las Copas de Europa de Clough, en una semana puedes estar en tu casa. Lo importante es el siguiente partido. Como futbolista sueñas con jugar en el equipo de tu ciudad, en Primera división, en ganar una Copa de Europa. Como entrenador sabes que todo tu trabajo no está tus manos. Tú no estás en el campo para jugar. Haber conseguido muchos de los sueños que tenía de niño como jugar en el Athletic de Bilbao, en el Alavés, en el Real Madrid, en la selección, haber ganar títulos importantes, con la experiencia, con los años, te hace mucho más realista. Como niño soñabas con ello y como entrenador ves lo difícil que es.

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