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Del bullying al reconocimiento del Nápoles y los regalos de los tiffosi

Álex, el aficionado del Nápoles.
Á.Borrego

El fútbol es uno de los motores más eficaces para cambiar la vida de una persona. Para recuperar los sueños marchitados, lidiar con las decepciones y superarse cada día a sí mismo. Bien podría describirse así la historia de Álex: el niño de 12 años del Nápoles que pasó del Bullying al reconocimiento de sus ídolos y los regalos de los tiffosi.

Su historia salió a la luz en el Nápoles-Sassuolo de hace dos semanas. Un día en el que Álex cumplió uno de sus sueños más preciados, como lo fue saltar con los jugadores al campo. Sin embargo, ese júbilo terminaría convirtiéndose en desesperación unas horas después.

El pequeño de 12 años fue objeto de burla en las redes sociales, que señalaban que se había "comido a Insigne". Una serie de insultos y menosprecios que atentaban contra su condición física. Y lo que esos protagonistas no sabían es que sería el propio Álex el que les contestaría con una lección de vida, pues el pequeño sufre una enfermedad desde pequeño que le hace estar así.

Álex: "Me decepcioné pero pensé que sólo querían estar en mi lugar"

"La gente me insultó en redes sociales y aunque me decepcioné, pensé que sólo querían estar en mi lugar. Estoy orgulloso de ser de aquí y del Nápoles. Nunca nadie me podrá quitar esto", comentó el pequeño en un medio de información local.

Unas palabras que más tarde subrayaron sus familiares, ante el que fue el día más feliz en la vida de Álex: "Estaba feliz y emocionado ese día. Por una vez olvidó todo el sufrimiento, que se convirtió en emoción, felicidad, escalofríos. No duró mucho porque entonces comenzaron las ofensas, pero volverá al campo con sus campeones".

Y Álex cumplió sus sueños

Álex, con Allan, Insigne y Koulibaly.

Un hecho que se hizo viral hasta el punto de llegar a los propios jugadores del Nápoles. Unos días más tarde, el pequeño cumplió un nuevo sueño. El de conocer a sus ídolos, como Insigne, Koulibaly y Allan. Álex asistió al entrenamiento y allí recibió el cariño de los jugadores napolitanos, que se volcaron tras conocer su historia, que recorrió casi todo el país transalpino.

Pero su 'suerte' no quedó ahí. El pequeño recibió un regalo que no esperaba. Los tiffosi del Nápoles fueron a visitarle a su casa y allí le brindaron un pase para los partidos que afrontará su equipo en la Liga de Campeones, ante PSG y Estrella Roja.

Un regalo que desató la emoción del pequeño y que puso el broche de oro a una historia con final feliz. Y todo ello gracias al fútbol. Ahora vuelve a la Champions y el Nápoles juega ante el PSG, aunque no será hasta dentro de dos semanas cuando los parisinos viajen a tierras italianas. Un día que desde ya espera Álex, que pasó del bullying a cumplir sus sueños más deseados.

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