El empresario italiano de 64 años Gabriele Gravina fue elegido este lunes presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) hasta 2020 en primera votación y con el 97,20 % de los votos, informó la federación en un comunicado.
Gravina, que hasta ahora era presidente de la Lega Pro, el campeonato de tercera división, era el único candidato a presidir la FIGC y su nombramiento pone fin al mandato de Roberto Fabbricini, que fue elegido en febrero administrador extraordinario para gestionar la federación tras la dimisión de Carlo Tavecchio en noviembre.
Tavecchio, que fue elegido presidente de la FIGC el 11 de agosto de 2014, se vio forzado a renunciar en noviembre después de que Italia quedara eliminada en la carrera hacia el Mundial de Rusia de este año, algo que no pasaba desde 1958.
Después de que la asamblea de la FIGC fuera incapaz de votar a un sustituto, Fabbricini fue elegido administrador extraordinario para encargarse de las labores de gestión hasta que se eligiera al nuevo presidente.
Gravina se pone ahora al frente de esta institución para tratar de dar un impulso al fútbol italiano y que pueda competir en calidad con las grandes selecciones del mundo.
"Agradezco el apoyo recibido", dijo Gravina, tras ser designado, al tiempo que señaló que ostentará el puesto "con intención de cultivar la pasión de los técnicos del 'calcio' italiano y para promover la máxima profesionalidad.
Fabbricini, por su parte, celebró que Gravina haya fijado como prioridades en su agenda la reforma de los campeonatos y la promoción del juego limpio en el campo.