Un gol del brasileño Serginho a ocho minutos del final evitó la derrota ante el Suwon coreano del Kashima japonés, que se clasificó para la final de la Liga de Campeones de Asia que disputará ante el Persépolis de Irán.
El cuadro nipón, que había ganado en el choque de ida por 3-2, estuvo contra las cuerdas durante más de una hora en el encuentro disputado este miércoles en el Suwon World Cup Stadium.
A pesar de que el conjunto japonés se adelantó en el marcador en el minuto 25 por medio de Shuto Yamamoto, el representante coreano ejecutó una encomiable reacción que le puso con la clasificación de cara.
En un inicio fulgurante de la segunda parte el Suwon anotó tres goles en ocho minutos. En el 52, Sang-Hyub Lim empató el partido; dos después, Song-Jin Cho adelantó a los locales y en el 60, el montenegrino Dejan Damjanovic puso el 3-1 en el marcador que acercaba al conjunto coreano a la final.
Sin embargo, el Kashima despertó. Daigo Nishi, en el 64, marcó el segundo gol visitante que propiciaba, provisionalmente, la prórroga. Hasta que el brasileño Serginho, a ocho del final, logró el empate y la clasificación del equipo japonés.
El Kashima, por tanto, disputará la final de la Liga de Campeones de Asia con el Persepolis de Irán, que empató el martes (1-1), con el Al-Sadd de Catar. En el encuentro de ida, el conjunto iraní ganó por 0-1.
El equipo que consiga ganar la final y el título continental disputará el Mundial de Clubes del 12 al 22 de diciembre en los Emiratos Árabes.