Túnez, primera selección africana en la clasificación de la FIFA, se juega en los próximos días su prestigio frente a sus principales rivales en el norte de África, Egipto y Marruecos, ambos mundialistas.
Las "águilas de Cartago" se enfrentarán este viernes en el estadio Burg al Arab de Alejandría a los nuevos "faraones" del mexicano Javier Aguirre, un técnico que se ajusta al estilo impregnado por su predecesor Hector Cúper.
Ambos combinados, ya clasificados para la fase final de la Copa de África que este verano se disputará en Camerún, dirimen algo más que el honor: en caso de victoria, los tunecinos certificarían su supremacía continental asegurándose el liderato del grupo J, que ahora ostentan con 12 puntos.
Una derrota dejaría todo abierto para la última jornada, a la que los dos conjuntos llegarían igualados a puntos y con la necesidad de golear a las dos cenicientas del grupo, Suazilandia y Níger, respectivamente.
Los tunecinos afrontan el partido imbuidos, además, de la moral que arrastran y contagian los internacionales del Espernace de Tunis, que hace una semana levantaron la 'Champions' africana tras derrotar precisamente al campeón egipcio.
Jugadores como Saad Bguir o Anice Badri regresan ahora con el título bajo el brazo a un campo del que salieron derrotados, en un partido de ida de la final extremadamente polémico marcado por los tres penales pitados y el uso del VAR.
Mourad Okbi y Maher Kanzari, entrenadores interinos desde la extraña salida del seleccionador Faouzi Benzarti el pasado octubre, recuperan una pieza fundamental en el esquema como Ferjani Sassi y deberán buscar un sustituto de garantías para el lesionado Ali Maaloul, el interior del Ahly que se perdió la final.
Javier Aguirre, por su parte, afronta el encuentro con el eco de la controvertida renuncia de Walid Soliman, una de las estrellas del Ahly, que el miércoles anunció su retirada de la selección tras ver cómo el mexicano le volvía de dejar fuera de la lista.
Solaiman, de 33 años, no ha sido nunca un fijo en el combinado nacional, pero su buena temporada en el Ahly, en especial los goles en el torneo y la final de la 'Champions', le habían devuelto la esperanza.
Hani Ramzy, asistente de Aguirre, dejó entrever que la decisión tenía que ver con la estrategia del entrenador de insuflar sangre nueva al equipo.
"El partido contra Túnez es muy importante para nosotros, debemos asegurarnos los tres puntos. Nuestro objetivo es batirlos y ser primeros de grupo", dijo el mexicano en la rueda de prensa previa al encuentro.
En la mente de los egipcios está, además, la idea de cobrarse la revancha del partido de ida, en el que los tunecinos ganaron en el estadio de Rades (1-0) con gol de Taha Yassin Khenissi, otra de las estrellas del Esperance.
Tras el partido en Alejandría, los tunecinos recibirán el martes en el estadio olímpico de Rades a Marruecos, en otro duelo de gran rivalidad en el norte de África.
Un encuentro con aires mundialistas -ambos equipos estuvieron en Rusia 2018- al que los "leones del Atlas" llegarán tras jugarse este viernes la clasificación para la próxima edición de la Copa de África con el actual campeón Camerún.
Los marroquíes necesitan puntuar en Yaundé si no quieren llegar a la jornada final con la necesidad de jugarse todo a cara o cruz en Malawi.