El presidente de River Plate, Rodolfo D'Onofrio, dijo hoy que no tiene "ninguna duda" de que el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors se jugará en el estadio Monumental y ante la parcialidad local.
"River nunca quiso jugar con ventaja. Ayer firmamos jugar hoy a las 17, pero no se pudo y está bien. No tengo ninguna duda de que el partido se va a jugar en River y con gente", dijo en rueda de prensa D'Onofrio, quien se encargó de resaltar que el partido no fue "suspendido" sino "pospuesto".
"Ayer, después de que el presidente de FIFA (Gianni Infantino) dijera que se jugaba a las 19:15, le dije a (Alejandro) Domínguez (presidente de la Conmebol) que River no quería jugar porque no quiere tener ninguna ventaja", añadió.
El directivo aseguró sentir "una pena enorme" por lo ocurrido y reveló que tiene "una sensación de dolor" al igual que "todo River".
La Conmebol anunció este domingo la postergación del partido entre River y Boca, originalmente previsto para el sábado, por el ataque que sufrieron los jugadores del Xeneize de los hinchas locales.
Este martes D'Onofrio y Daniel Angelici, presidente de Boca Juniors, se reunirán con Domínguez en Asunción, Paraguay, para definir la nueva fecha del partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores, tras el 2-2 de la ida.