Ricardo Tavarelli, quien fuera portero de la selección de Paraguay y campeón de la Copa Libertadores con Olimpia en 2002, defendió la decisión de la Conmebol de llevar la final de la competición de este año al Santiago Bernabéu de Madrid, pues considera que "no hay condiciones para jugar" en Argentina.
"Es una oportunidad, si miramos el lado bueno, para que tanto River como Boca puedan jugar una final en el Bernabéu", afirmó a Efe Tavarelli, que recordó el haber visitado las instalaciones del Real Madrid (Valdebebas) hace cuatro años.
El exguardameta reconoció que lo ideal habría sido jugar el partido por el título de la Libertadores en Sudamérica, pero calificó como "inteligente" llevar el partido a España debido a las conexiones del aeropuerto de Barajas y a la comunidad de argentinos que residen en la capital española.
Así mismo, condenó los actos violentos del pasado sábado en las inmediaciones del estadio Monumental, que obligaron a suspender el encuentro, y pidió "leyes mucho más duras" en todo el continente para frenar a los barras bravas.
En ese sentido, Tavarelli denunció que los también llamados ultras están "asociados a la clase política" en muchos países de Sudamérica, lo que las convierte en "un parásito" que se debería "desterrar".
El exguardameta relató algunos incidentes violentos que vivió en 2013, ya como directivo del Olimpia, cuando el equipo paraguayo se enfrentó al Atlético Mineiro en la final del campeonato continental.
"Cuando iba a jugar fuera te recibían de esa manera, nosotros tomábamos nuestro recaudo, cerrábamos las cortinas y estábamos atentos porque la Libertadores tiene eso", sentenció.
A pesar de los incidentes que han motivado el cambio de escenario del partido de vuelta de la final, Tavarelli confía en que la situación permita "aprender de los errores", de cara a la candidatura conjunta de Uruguay, Argentina y Paraguay para albergar la Copa del Mundo del año 2030.