El español Juan Carlos Garrido, entrenador del club Raja de Casablanca, con el que ganó el pasado domingo la "Copa Confederación" africana, cree que este título continental -el segundo de su carrera- lo ha logrado gracias al rendimiento del Raja en el exterior.
En declaraciones a Efe, Garrido destaca que "las competiciones en África son muy difíciles: está el desgaste de los viajes y las condiciones de los campos", lo que hace que muchos equipos, cuando juegan como visitantes, salgan resignados a perder, "pero nosotros hemos jugado a ganar, a jugar atrevido y valiente".
El Raja ganó el trofeo gracias al 3-0 que infligió al AS Vita Club de Congo en el partido de ida, que le bastó para imponerse en el cómputo global pese a perder 3-1 en el partido de vuelta en Kinshasa.
Es la segunda vez que Garrido gana la "copa Confederación" (segunda competición continental, también llamada "UEFA africana"), tras hacerlo en 2014 con Al Ahly egipcio, club al que entrenaba entonces y que ahora, según algunos rumores, corteja a Garrido para que vuelva, algo que él ni confirma ni desmiente.
La prensa marroquí se deshace en elogios para Garrido, que en solo año y medio al frente del Raja ha conseguido ya dos títulos: la Copa del Trono en noviembre de 2017 y la copa CAF, y le dedica calificativos como "héroe" o "torero".
"Es muy bonito ganar, sobre todo el clubes donde ves tanta gente feliz y manifestando esa alegría, la afición aquí es numerosa, apasionada e intensa, para bien y para mal, y hay jugadores que no se adaptan a esa exigencia: a mí como entrenador me toca saber gestionar eso, que no siempre es fácil".
El entrenador valenciano desembarcó en el Raja de Casablanca en medio de una profunda crisis financiera e institucional que se traducía en impagos de salarios, plantes de jugadores y querellas cainitas entre los directivos: durante su periodo, ha conocido hasta a tres presidentes.
"Hemos vivido más de un año en plena crisis; el club no tenía estabilidad, había guerras internas y más problemas de los normales Ahora parece que lo hemos podido superar. Al menos en salarios, ya estamos al día".
Sobre si se ve mucho más tiempo en el Raja o en el fútbol árabe (ya ha entrenado a un club egipcio, uno saudí y uno marroquí), Garrido se lo toma con calma: "El entrenador tiene que entrenar donde le quieran y le den los mejores medios; donde yo tenga eso, allí estaré, en el continente que sea".
En cuanto al momento que vive el fútbol marroquí, el español considera que el país cuenta con dos cosas importantes: infraestructuras y estadios, además de una afición muy entregada, pero "le queda mucho que mejorar en el fútbol base, con los chavales de aquí: ordenar las escuelas de fútbol es el gran reto pendiente", concluyó