Tras su consagración en Madrid ante Boca Juniors como campeón de la Copa Libertadores y su participación en el Mundial de Clubes de Emiratos Árabes Unidos, la plantilla de River Plate regresó a Argentina y festejó con su público en el estadio Monumental.
Después de aterrizar en el aeropuerto de Ezeiza, el flamante campeón de América recorrió poco más de 30 kilómetros hasta llegar a su estadio para celebrar la cuarta Copa Libertadores de su historia.
Con mucho público en el recorrido, los jugadores y el cuerpo técnico vivieron una tarde-noche de ensueño que permitió coronar un año donde River además logró la Supercopa argentina, también tras vencer a Boca en el encuentro de consagración.
"Estoy acá para festejar el triunfo de la Libertadores histórica y para agradecerle a este plantel por esta alegría que nunca vamos a olvidar. Después de lograr el título de la Copa frente a Boca hubiera sido lindo ganar el Mundial de Clubes, pero nada empaña esta alegría" señaló Nicolás ante los micrófonos de EFE.
Con más de 60 mil simpatizantes, los jugadores desfilaron por una alfombra roja en la que los más aplaudidos fueron Ignacio Scocco, Gonzalo Martínez, Jonatan Maidana, Lucas Pratto y Leonardo Ponzio.
Sin embargo, la mayor ovación le correspondió a Marcelo Gallardo, técnico y mentor de esta plantilla que sumó un nuevo logro internacional a su palmarés personal y para la centenaria historia del club 'millonario'.
Tras exhibir el trofeo, los que tomaron la palabra fueron el capitán Leonardo Ponzio, el centrocampista Gonzalo Martínez y el técnico Marcelo Gallardo.
"Gracias por estar acá, gracias por sostenernos, por aguantarnos y por alentarnos, por todo el amor recibido en estos años. Es una gran emoción sentir lo que siento en este momento, es una gran emoción para compartir con este grupo de jugadores", enfatizó Gallardo.
"Hace tres años, cuando ganamos la Libertadores de 2015, fue un sueño hecho realidad. Dije, de corazón, que agradecía y que íbamos por más. No solamente fuimos por más, sino que ganamos la final más soñada del mundo, no la vamos a olvidar jamás y va a quedar en nuestros corazones por siempre. Gracias, se lo merecen", concluyó un entrenador emocionado casi hasta las lágrimas.
La joya de la tarde para los fans fue la recreación del tercer tanto en la final ante Boca en el Santiago Bernabéu donde Gonzalo Martínez corrió al arco vacío y convirtió para el delirio de todos los asistentes.
La vuelta olímpica en el autobus sin techo y una fiesta de fuegos artificiales marcó el final de una auténtica fiesta de fin de año que le permitió a River celebrar su cuarta conquista de América, retrasada por su participación en el Mundial de Clubes, donde fue tercero tras caer con el local Al Ain por penaltis y derrotar luego al Kashima Antlers por 4-1.