Hinchas ultras de los rivales históricos de Marruecos firman "pacto de honor"
Fatima Zohra Bouaziz
Rabat, 1 feb .- Los hinchas ultras de los clubes marroquíes Raja y Wydad, ambos de Casablanca y enemigos históricos, han enterrado provisionalmente sus rencillas y han firmado un "pacto de honor" en el que se comprometen a reducir todas las conductas violentas "contrarias a la cultura de los hinchas".
Este pacto inédito, en el que se menciona incluso el uso de las armas blancas, ha quedado por escrito en un documento que las hinchadas han difundido en sus redes sociales.
"El pacto contiene ciertas reglas y obligaciones que hay que respetar, con la suspensión provisional de algunas actividades para reducir los altercados sangrientos y así limitar el efecto de la competición solo a los estadios", reza el pacto.
El texto fue firmado entre la "Curva nord" (sic, en español y francés) que representa a los Winners del Wydad, y la "Curva sud" que representa a los hinchas del Raja: Eagles y Green Boys.
Entre estas obligaciones figura la prohibición de las pancartas y grafitis que pueden ser consideradas insultantes y el respeto por los lugares de reunión propios de cada grupo.
Pero no olvida mencionar los "altercados involuntarios", que deberán dirimirse "con prohibición total de armas blancas y de elementos pirotécnicos", como se prohíbe también "atacar los domicilios de los miembros".
"Les recordamos el interés de respetar la cultura de los ultras y preservar su imagen en todo el mundo", concluye el texto.
El pacto ya ha comenzado a recibir comentarios positivos que abundan en la necesidad de reducir los enfrentamientos entre los aficionados y de comprometerse a las decisiones anunciadas, aunque no faltaron algunas quejas: "¿Y desde cuándo ha habido una tregua entre los ultras de un equipo y su eterno rival?", se preguntaba uno de los hinchas.
Este acercamiento entre los hinchas ya tuvo como precursor un reciente acuerdo entre ambos para boicotear el derby del Wydad y el Raja en protesta por su deslocalización a la ciudad sureña de Marrakech, un "castigo" que les impuso la Federación Real Marroquí de Fútbol (FRMF) precisamente por su comportamiento antideportivo.
La FRMF decreta con cierta frecuencia (en todo el territorio marroquí) la celebración de partidos con las gradas vacías, o la deslocalización de algunos encuentros, siempre tras episodios de violencia en los estadios y fuera de ellos.
En los últimos cinco años, el hooliganismo se cobró la vida de cuatro personas, todos por actos de vandalismo en los que estaban implicados los ultras de los dos equipos casablanqueses.
En 2016, dos jóvenes murieron y otros 54 resultaron heridos tras unos enfrentamientos entre facciones rivales de seguidores del Raja.
Tras el incidente, la Federación sancionó entonces al Raja con cinco partidos a puerta cerrada y una multa de 100.000 dirhams (8.900 euros).
Y en febrero del año pasado, un total de 68 personas fueron juzgadas por actos de vandalismo registrados entonces en el estadio de Marrakech.
Estos incidentes se produjeron entonces entre el partido entre el equipo local (Kawkab) y el Raja de Casablanca, que terminó con la derrota de este último; y los medios apuntaron entonces a los hinchas del Raja como responsables de los destrozos y afirmaron que arrancaron alrededor de 2.000 asientos del estadio.