El futbolista ruso Pável Mamáev (Krasnodar) jugó este jueves con otros presos un partido de fútbol en el penal en el que fue encerrado en octubre pasado por gamberrismo y agresión.
Aunque algunos activistas de derechos humanos rechazaron la idea por inoportuna, Mamáev se mostró desde un principio dispuesto a jugar este partido.
El encuentro se jugó en la histórica cárcel de Butirka, sobre un manto de nieve, con unas temperaturas de varios grados bajo cero y un balón rojo, como es tradición en los partidos invernales.
Como el patio de la cárcel es demasiado pequeño, las autoridades penitenciarias ordenaron habilitar un espacio al aire libre para la disputa del partido, que el abogado del jugador calificó de hecho "sin precedentes".
Cada equipo está integrado por cinco jugadores y un portero, todos presos, lo que incluyó a Mamáev, que saltó al campo con el número 17 a la espalda, el mismo con el que jugó en el Krasnodar.
En las imágenes se puede ver el campo rodeado por una valla de varios metros de altura cubierta con dibujos con los colores de la bandera nacional y un balón.
También hay un marcador y un cronómetro junto a la puerta de entrada en la cancha, que está vigilada por un guardia de seguridad.
Mamáev, que se mostró muy activo desde los primeros minutos, jugó un tiempo por cada equipo en un intento de que el resultado fuera más justo.
El que no saltó al campo fue su compañero Alexandr Kokorin (Zenit), encerrado junto a Mamáev por el mismo motivo.
La abogado rechazó la posibilidad de que su cliente disputara dicho partido con el argumento de que el contrato que liga al jugador con el Zenit le impide participar en dichas actividades, a lo que se suman las molestias en la rodilla que le tuvieron apartado de los terrenos de juego durante medio año.
Recientemente la Justicia rusa prolongó por otros dos meses la prisión preventiva contra ambos futbolistas, cuyos abogados acusaron a las víctimas de la agresión de realizar testimonios "falsos" y pidieron la liberación de sus clientes bajo fianza.
En principio, la acusación pueden mantener a Kokorin y Mamáev en prisión preventiva hasta 12 meses, aunque a partir de cierto momento tiene que convencer al tribunal de la que el proceso es tan complejo que no es posible dar inicio el juicio propiamente dicho.
Kokorin y Mamáev fueron encerrados a mediados de octubre en virtud de la parte 2 del artículo 213 (gamberrismo) y 116 (agresión) del código penal, lo que puede acarrearles penas de hasta siete años de cárcel.
Ambos fueron detenidos después de agredir brutalmente el pasado 8 de octubre a dos funcionarios y a un conductor, que por el momento se han negado a retirar la denuncia o pactar con los abogados de los futbolistas.