El jeque Al-Thani, dueño del Málaga, dice que no firmó contrato con BlueBay
El jeque Abdullah Al-Thani, propietario del Málaga, ha asegurado este jueves en el Juzgado de Primera Instancia número 12 de Málaga que él nunca firmó ninguna operación con el grupo hotelero BlueBay, entidad que le reclama acciones tras un supuesto incumplimiento de contrato.
El jeque ha declarado con la ayuda de un intérprete durante una hora y media y, en todo momento, ha negado su participación en la venta de participaciones del club y ha alegado que tenía a personas de su confianza a los que había dado un poder para administrar el Málaga.
Al-Thani ha mantenido que nunca tuvo conocimiento de quiebra de la entidad deportiva y que "jamás" se le ha dicho "nada, solo que las cosas iban bien" y, ha asegurado, que pese a que le han hecho muchas propuestas para comprar el Málaga, de millones de euros, siempre las ha rechazado.
El origen de este procedimiento fue la demanda que presentó BlueBay por incumplimiento de contrato por parte del jeque y se basó en el acuerdo que tenían con el propietario de Málaga y el grupo empresarial para crear una sociedad constituida en un 51 por ciento por Al-Thani y en un 49 por ciento por la empresa en la que estaban depositadas las acciones del club.
BlueBay reclama la titularidad de acciones del Málaga, que fueron vendidas posteriormente a otra firma supuestamente vinculada al jeque, que está citada como demandada, pero que al no localizarla está en busca y captura.
El jeque ha negado en reiteradas ocasiones cualquier relación con BlueBay y ha asegurado que no autorizó ninguna operación pese a que el abogado demandante ha insistido en preguntarle sobre las dificultades económicas que sufrió el club y la decisión de pedirles ayuda a BlueBay.
Al-Thani ha dicho desconocer las dificultades económicas por las que atravesó el Málaga en 2012 así como que no sabía que hubo negociaciones y aplazamientos con Hacienda.
El que fuera hombre de confianza del jeque, Moayad Shatat, ha reconocido durante su declaración que había un acuerdo entre la cadena hotelera y el club para buscar una salida a la situación de la entidad deportiva y también ha admitido que hubo negociaciones con Hacienda.
Durante el juicio, que ha quedado visto para sentencia, también ha declarado Gonzalo Hevás, entonces encargado por BlueBay para llevar la gestión de la entidad deportiva, y ha subrayado que cuando ellos llegaron el club estaba en quiebra y su valor era negativo.
Debido a ello, ha afirmado que intentaron que la entidad fuera viable reduciendo los gastos ya que tenían deudas con Hacienda, con jugadores y otros clubes, y ha resaltado que el club "era una máquina de perder dinero".
En 2016 se intentó celebrar una vista previa de la demanda pero quedó suspendida tras presentar el jeque una querella contra los demandantes y dos exdirectivos por falsedad documental, apropiación indebida, estafa procesal y administración desleal por hechos relacionados con este procedimiento, pero posteriormente se archivó.
Tras el archivo del proceso penal, se fijó el mencionado juicio por vía civil pero el pasado 4 diciembre se suspendió ya que uno de los demandados, Abdullah Mohammed Ghubn, no había comparecido en el procedimiento desde el inicio debido a la falta de notificación.
El magistrado acordó aplazar el juicio porque no se podía celebrar sin su presencia o sin que se le declarase en rebeldía, extremo que ya ha declarado al seguir sin poder localizar y así evitar futuras nulidades.