El juicio por fraude fiscal al exjugador del FC Barcelona Adriano Correia que la Audiencia de Barcelona iba a celebrar este martes se ha aplazado al próximo 4 de junio, mientras acusaciones y defensas aproximan sus posiciones en busca de un acuerdo.
Según han informado fuentes jurídicas, el futbolista afronta el juicio por fraude fiscal, por el que la Fiscalía le pide tres años de cárcel, tras haber devuelto a Hacienda los 646.085 euros que se le acusa de haber evadido entre los años 2011 y 2012 en la tributación de los beneficios obtenidos por sus derechos de imagen.
La devolución de las sumas defraudadas allana el camino para que la defensa del futbolista, que ejercen los abogados David Aineto y Diego Artacho, pueda alcanzar un acuerdo para una sentencia de conformidad que garantice que Adriano no entrará en prisión, pacto que deberá ser negociado también con la Abogacía del Estado.
En su escrito de acusación, el ministerio público sostiene que el futbolista eludió el pago de impuestos mediante un mecanismo doble: ocultando los ingresos derivados de un contrato firmado por Nike, por el que cobró 63.304 euros en 2011, y simulando la cesión de sus derechos de imagen a una sociedad "puramente instrumental" radicada en Madeira (Portugal).
Adriano cedió en 2010 los derechos de explotación de su imagen a la sociedad de Madeira por 2,3 millones y, medio año después, compró dicha empresa a una firma domiciliada en las islas Seychelles, con lo que, según la Fiscalía, se sirvió del ventajoso régimen fiscal de ese territorio portugués para cobrar rentas derivadas de la explotación de sus derechos de imagen al Barça.
El ministerio público añade que el futbolista firmó en julio de 2010 un contrato por el que cedía en exclusiva sus derechos de imagen al Barça a cambio de 435.000 euros en la primera temporada, que fueron incrementándose hasta alcanzar la cifra de 595.000 euros en el ejercicio 2014/2015.
En sus ejercicios del IRPF de 2011 y 2012, en los que el futbolista pagó respectivamente 178.310 y 149.047 euros a Hacienda, Adriano Correia no incluyó los ingresos derivados de sus derechos de imagen, con lo que supuestamente defraudó al fisco los 646.085 euros mencionados.
En noviembre de 2014, con la inspección ya iniciada, Adriano Correia presentó una declaración complementaria por el IRPF de 2012 incrementando en 924.750 euros los ingresos derivados de su trabajo -que incluirían los obtenidos con sus derechos de imagen- y otros 90.328 por ingresos en rendimientos de capital mobiliario, que la Fiscalía cree podrían corresponder a las ganancias obtenidas con el contrato con Nike.
También el Barça, que inicialmente había imputado a la sociedad Chacun à sa Place las ganancias del futbolista por derechos de imagen como si fuera un no residente en España, presentó en 2014 declaraciones complementarias de retenciones a cuenta del IRPF del jugador, por más de medio millón de euros.
En marzo de 2016, Adriano Correia devolvió a Hacienda otros 65.176 euros correspondientes al IRPF de los años 2011 y 2012, con lo que la Fiscalía considera saldada la deuda pendiente con la Agencia Tributaria.
Por ello, el ministerio fiscal acusa a Adriano de haber cometido dos delitos contra la Hacienda pública y pide para él un total de tres años de cárcel y una multa de 1,1 millones euros, además de que indemnice a Hacienda con los 646.085 euros defraudados, cantidad que ya ha pagado.
En noviembre de 2016, el exfutbolista del Barça defendió ante la titular del juzgado de instrucción número 9 de Barcelona que había pagado los impuestos correspondientes a través de las declaraciones de IRPF, patrimoniales y complementarias, aunque admitió que gestionó las ganancias de sus derechos de imagen a través de esas sociedades.