Carlos Mateos Gil
Las Rozas (Madrid), 12 abr .- El deportista español está de moda y, con el objetivo de captar el talento antes de que este explote, una delegación compuesta por miembros de prestigiosos centros educativos estadounidenses se encuentra en Las Rozas (Madrid) analizando jóvenes que practican fútbol y baloncesto para poder becarles en su progresión.
La idea es empezar a formales pensando en que, más adelante, puedan dar el salto a algunas de las universidades más prestigiosas como puede ser el caso de Harvard. Allí ejerce de entrenador Mike Fucito, ex jugador de la MLS de fútbol que forma parte de esta expedición.
Sus ojos son dos de los que escrutarán este casting organizado por 'Deaquíparafuera', asociación que se ocupa desde hace años de ayudar en la gestión de estas becas que pueden ser totales o parciales.
"Los estudios son importantes. Necesitas ciertas puntuaciones porque las escuelas están muy demandadas académicamente hablando y reclaman cierto nivel de ingles. Inglés, resultados académicos y obviamente buenos futbolistas", explica en exclusiva a EFE acerca de lo que buscan.
"Los jóvenes españoles, como los de cualquier lugar, tienen una diferente perspectiva y una diferente cultura. Desde el punto de vista futbolístico juegan al primer toque, juegan bien en espacios cortos, tienen calma bajo presión, tienen buena ética de trabajo", comenta.
Todas esas cualidades quedan reflejadas en los distintos partidos que se juegan sobre el césped del Polideportivo de Las Matas. Chicos y chicas se mezclan con la ilusión en sus miradas, no escatimando en esfuerzos y luciendo sus mejores recursos en busca de oportunidades en un país donde su deporte se encuentra en crecimiento.
"Hay una mayor exposición hacia el mundo de la Premier League, de LaLiga... ahora se ven más en televisión y los jóvenes tienen una mejor sensación de lo que es. Eso ayuda a reforzar el fútbol entre los chicos de edades tempranas, lo cual es bueno", razona Fucito.
Buenas bases que esperan sean más sólidas cuando la Copa del Mundo vuelva a tierras estadounidenses durante el año 2026 en una cita que también tendrá sedes en México y Canadá: "Ya sucedió cuando organizamos el torneo la última vez en 1994, yo creo que es una buena oportunidad para Estados Unidos".
Aún queda tiempo para eso y quizás algún integrante del combinado de Estados Unidos por entonces haya salido de Harvard, una universidad cuyo prestigio está tradicionalmente asociado a otros campos tras pasar por allí Mark Zuckerberg, Bill Gates o Barack Obama. Pese a ello Fucito defiende el legado deportivo de este lugar.
"Creo que sí hay muchas estrellas del deporte. Tenemos una gran cantidad de deportistas olímpicos cada año, jugadores de hockey hielo, squash, tenis... yo mismo fui futbolista profesional. No tenemos un Lebron James o grandes nombres pero tenemos cuarenta y dos equipos, más que cualquier escuela de Estados Unidos, y somos muy competitivos", indica.
Argumentos a favor del centro en un momento complicado para las universidades de elite, aunque la suya no se vio implicada, después de que se desvelara una red de sobornos millonarios de familias adineradas para facilitar el acceso de sus hijos a algunas.
"Espero que no afecte a la credibilidad. He ido a Harvard, he trabajado en Harvard, y el modo en el que actúan es muy profesional. Creo que ese es el motivo por el que no nos hemos visto nombrados en eso", apunta.
"Es malo que esto haya sucedido y ojalá se pueda evitar que suceda en el futuro. Es fácil meter a distintas universidades juntas en la misma categoría, quizás sea injusto. Pero desgraciadamente esa es la situación ahora mismo", añade.
Es la palabra de quien conoce bien la casa como también sabe lo que es alcanzar la cima del fútbol nacional en la Major League Soccer: "Fue magnífico. Estuve con jugadores de distintas partes del mundo. Jugué contra Messi y el Barcelona, contra el Atlético, el Valencia, el Manchester United... Fue una gran experiencia".
"Creo que ha cambiado mucho desde que debuté en la liga. El nivel ahora con respecto a hace diez años es muy diferente. Ahora vienen mejores jugadores jóvenes del extranjero, lo que ayuda a subir el nivel. Además los chicos americanos van siendo cada vez mejores", manifiesta.
Esa doble perspectiva es la que le permite defender que los estudios son un complemento necesario para la mayoría de los atletas y que estos deben atreverse con los libros si sus carreras profesionales se lo permiten: "Creo que es muy importante. Es fácil mirar a grandes nombres como Kobe Bryant, que anuncian que se retiran y pueden pasarse un año celebrándolo".
"Pero para la mayoría de los deportistas no es así, encuentras a muchos que lo único que han hecho en su vida es deporte y cuando tienen que afrontar la transición no tienen experiencia laboral, no tienen graduados universitarios... y es muy difícil. Si puedes estudiar mientras practicas deporte te ayudará a llevar esa transición y a tener más oportunidades después", afirma.