El Osasuna dio un nuevo paso hacia el ascenso tras imponerse este sábado por 2-1 a un Deportivo de La Coruña, que, con la derrota encajada en Pamplona, parece condenado a buscar el retorno a LaLiga Santander por medio de la promoción.
El mismo destino al que parece abocado el Málaga, que se situó, en espera del encuentro que enfrentará el domingo al Albacete con el Elche, a seis puntos de las plazas de ascenso directo, tras caer por 1-2 ante el Extremadura.
Ese resultado ratificó los problemas como local de un Málaga, que no sabe lo que es ganar delante de su afición desde el pasado 19 de enero, cuando se impuso por 2-1 al Málaga.
Dos derrotas y cuatro empates que han llevado a los de Juan Ramón López Muñiz a pasar de ocupar la segunda plaza a tan sólo un punto del liderato, a verse relegado a la cuarta posición más preocupado de defender su presencia en la zona de promoción que de apurar sus opciones de ascenso directo.
"Ha sido un golpe duro, porque era el momento para engancharnos" reconoció el preparador malacitano, cada vez más cuestionado por una grada que pidió este sábado la destitución de López Muñiz.
El Málaga añadió este sábado ante el Extremadura a sus habituales problemas ofensivos, unos errores defensivos, hasta ahora no vistos, que le costaron los dos goles del conjunto pacense, que con su triunfo en La Rosaleda logró escapar de los puestos de descenso.
Dicha situación contrasta con la del Osasuna, el consistente líder de LaLiga 1/2/3, que ha encontrado en su fortaleza como local la fórmula para acercarse al ansiado ascenso.
Y es que ningún rival se le resiste al conjunto "rojillo" en el Sadar, donde los de Jagoba Arrasate encadenaron este sábado su decimotercera victoria consecutiva al imponerse por 2-1 al Deportivo de La Coruña.
Fue un triunfo no exento de sufrimiento, eso sí, ya que el equipo gallego, en el que se estrenaba como técnico Pep Martí, saltó al terreno de juego como reclamaba su nuevo entrenador dispuesto a "ser el protagonista del partido" con un planteamiento "valiente y agresivo".
De hecho, el Deportivo que amenazó la portería local desde el pitido inicial, se adelantó a los diez minutos de juego en el marcador (0-1) con un gol de Quique, que con esta diana igualó a Enric Gallego al frente de la tabla de máximos realizadores con un total de quince dianas.
Pero ni aun así se derrumbó el Osasuna, que en los siguientes veinte minutos dio la vuelta al tanteador con un doblete de Rubén García, que si en el 1-1 demostró su punta de velocidad, en el definitivo 2-1 evidenció su precisión en el golpeo con un sensacional lanzamiento de falta.
Goles que dejan al conjunto navarro con una ventaja de siete puntos sobre el tercer clasificado, el Albacete, el equipo que marca la línea divisoria entre el ascenso directo y la promoción, y de trece sobre un Deportivo, que mañana podría perder su plaza en las eliminatorias de ascenso en el caso de victorias del Mallorca y del Cádiz.
Todavía sigue soñando con la promoción de ascenso el Almería, tras golear este sábado por 3-0 a un Nàstic carente de ideas, que seguirá una jornada más anclado en las posiciones de descenso.
Los dos goles de Álvaro Giménez en el tramo final de la primera mitad y el tanto de Juan Carlos Real, que estableció el definitivo 3-0 a los seis minutos del segundo tiempo, sentenciaron un choque en el que los catalanes nunca supieron como contener las rápidas transiciones del equipo local.
Por su parte, el Tenerife dio un nuevo paso hacia la salvación tras estrenar, por fin, su casillero de victorias a domicilio, tras imponerse este sábado por 1-3 en su visita al campo del Rayo Majadahonda.
Un "hito" que pocos hubieran podido prever, tras el tempranero gol encajado por el conjunto isleño, que a los dos minutos de juego ya marchaba por detrás en el marcador (1-), tras el gol de Iza para el equipo madrileño.
Sin embargo, el Tenerife que ya había puntuado en sus dos últimas salidas en campos tan complicados como los de Alcorcón (1-1) y el Albacete (2-2), no se derrumbó y se hizo dueño del juego y del marcador con los goles de Nano Mesa, Jorge Sáenz y el serbio Filip Malbasic, que estableció el definitivo 1-3 en el minuto 87.