Daniel Parejo (Coslada, Madrid, 1989) vela armas ante uno de los partidos más importantes de su carrera: la final de la Copa del Rey de este sábado ante el Barcelona que le llega en un momento profesional en el que disfruta más del fútbol que cuando tenía 22 años.
Mariscal de campo a la vez que director de orquesta del Valencia, buena parte de las opciones de alzar el título ante el todopoderoso Barcelona que comanda el argentino Lionel Messi -del que no duda que es el mejor futbolista de todos los tiempos-, pasan por el nivel de juego que exhiba el madrileño sobre el césped del Benito Villamarín.
En una conversación con la Agencia Efe en Paterna, Parejo tocó todo tipo de asuntos con Valverde, Marcelino, Di Stefano, Messi, sus dificultades en el pasado, su brillante presente y la final copera, como protagonistas.
- P: ¿Cómo vive el momento actual del equipo, con una final en pocos días tras haber asegurado la plaza de Liga de Campeones?
- R: Estamos en un momento bonito. El año era muy ilusionante por el centenario y por el resurgir de la pasada temporada, pero no se empezó de la mejor manera y llegamos a estar en una situación complicada que hemos sabido revertir con trabajo, sacrificio y por creer en el equipo. Ahora queda la final y seguro que todos hubiéramos firmado esta situación.
- P: ¿Esperaba una temporada así en el año del centenario del Valencia?
- R: La verdad es que desde el principio se respiraba que iba a ser año especial. El club dio mucha importancia a esta temporada, con actos como el partido de leyendas con casi 50.000 personas y exjugadores muy queridos aquí como Kempes y otros futbolistas históricos. Ahora hemos llegado a la Champions y vamos a jugar una final cuando en enero nadie daba un duro por nosotros.
- P: ¿Qué ha cambiado en el Parejo actual con respecto al que llegó hace ocho años?
- R: Cuando eres un chaval disfrutas jugando, lo pasas bien y todo son nuevas experiencia, pero a día de hoy, con la madurez, esta profesión te enseña a disfrutar de otra manera, a darle mucho más valor a las cosas, otorgarle más importancia. Disfruto mucho más ahora que cuando tenía 22 años.
- P: Ahora atraviesa un momento dulce, probablemente el mejor en el Valencia y de su carrera, pero también vivió etapas muy duras. ¿Cómo fueron y que lectura hace de aquello?
- R: Desde el comienzo a día de hoy he tenido momentos buenos y otros más delicados. De estos últimos aprendí y saqué cosas positivas. Viví momentos en los que cuando iba por la calle la gente increpaba e insultaba a mi familia y a mí. Son cosas desagradables pero siempre creí en mí y nunca he cambiado la forma jugar, ni de ver el juego y transmitirlo en el campo. Gracias a eso soy el futbolista que soy hoy.
- P: Uno de esos momentos fue cuando dejó la capitanía del equipo en la etapa de Gary Neville, ¿qué pasó?
- R: Cuando echaron a Nuno -Espirito Santo- y la gente estaba en su contra, la cabeza visible que quedó fue la mía. Todo me salpicaba a mí. Era la cabeza de turco. Hablé con Neville y le dije que no disfrutaba en el campo y como él había sido capitán me entendió. Yo quería salir al césped a pasarlo bien y disfrutar. Si sales así, transmites a tus compañeros mucho más que si lo haces en negativo.
- P: ¿Cuál es su recuerdo de Alfredo di Stéfano, que siempre se declaró enamorado de su juego y llegó a calificarlo de 'fenómeno'?
- R: Coincidí con él cinco o seis veces en el Real Madrid cuando él estaba involucrado en el club. Hablábamos y siempre me transmitía con su gracia especial su forma de entender y ver el fútbol. No se cortaba con nada. Lo que dijo sobre mí podía haber supuesto un peso en la mochila, pero opté por utilizarlo de forma positiva y para creer en mis posibilidades y en mi fútbol.
- P: En la final de Sevilla se juntarán dos entrenadores clave en su carrera, ¿cómo lo vive?
- R: Sólo pude coincidir con Ernesto Valverde los seis meses que estuvo al frente del Valencia (2012-2013) pero fue un tiempo increíble en todos los sentidos, especialmente a la hora de entender el juego de otra forma. Se puede decir que fue un máster de seis meses.
Sé que ahora lo habrá pasado francamente mal por la eliminación en 'Champions'. Aunque no lo demuestre por su carácter y lleve las cosas por dentro, pese a las cosas increíbles que está haciendo en el mundo del fútbol, creo que fue un duro palo para él.
- P: ¿Y Marcelino? Fue muy significativo su abrazo en el último partido de la primera vuelta ante el Valladolid en un momento difícil para el técnico.
- R: Por desgracia, en los ocho años que estoy en Valencia he tenido muchos entrenadores, pero también gracias a eso a lo mejor he podido tener a Valverde y Marcelino, los dos mejores que he tenido. Por su forma de entender y analizar el juego, por sus entrenamientos, su forma de estudiar al rival y preparar los partidos, son entrenadores 'top'.
A mitad de temporada, estábamos en un mal momento. El equipo no ganaba, no enganchábamos tres partidos buenos y estábamos a mitad tabla. El míster estuvo cuestionado. Yo he vivido un momento así aquí y sé lo que se puede sentir, ya no solo él, también su familia y seres queridos. Aquel día no tenía previsto nada, pero cuando metí el gol me salió de dentro -abrazarlo- porque creo que lo necesitaba.
- P: ¿Y Unai Emery?
- R: Yo tuve a Unai en Valencia. Es un gran entrenador. No es fácil lograr lo que ha conseguido en distintos clubes. Es muy perfeccionista y le gusta que salga todo como prevé. Creo que por eso logra tantos éxitos en el mundo del fútbol.
La diferencia -con Marcelino y Valverde- es cuando coincidí con él todo era nuevo para mí. Yo tampoco tenía el peso que tengo ahora o cuando estaba Ernesto -Valverde- pero la forma de entender como tratar al jugador y preparar cada partido es lo que hacer grande a un entrenador.
- P: En la final se encontrarán con Lionel Messi y encima con ganas de sacarse la espinita de la eliminación en la 'Champions'. ¿Es una dificultad añadida?
- R: Messi es increíble. Yo no he jugado con nadie, o mejor dicho contra nadie porque nunca tuve la suerte de jugar a su lado, de su nivel. Cuando lo ves en el campo o por la televisión te das cuenta. Yo no vi a Maradona, pero para mí es el mejor jugador de todos los tiempos sin duda. Es el futbolista que puede determinar el partido en cualquier momento.
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