Xabier Azkargorta, exseleccionador de Bolivia, no descarta una sorpresa en el partido inaugural de la Copa de América Brasil 2019, entre la selección anfitriona y Bolivia porque "ningún partido se gana ni se pierde sin jugarlo".
"No descartes nada. Ningún partido se gana ni se pierde sin jugarlo. Brasil va a tener mucha presión y Bolivia la presión de un país que está detrás de su selección", consideró el técnico vasco en una vídeo conferencia desde La Paz en el marco del Bilbao International Football Summit (BIFS'19) que acoge la Torre Iberdrola de la capital vizcaína.
Aparte de lo que pueda hacer una selección boliviana a la que apoya, Azkargorta barruntó una Copa América "muy competida" de cara a la cual cree que las históricas grandes de la región, "Brasil y Argentina, y diría que hasta Uruguay necesitan un título". "Tienen algo pendiente ante su afición", consideró.
"Luego está el resurgir de Perú con (Ricardo) Gareca, Colombia a la expectativa con (Carlos) Queiroz, Chile a ver si encaja con (Reinaldo) Rueda y Venezuela que, aunque no haya estado aún en una Copa del Mundo, está queriendo crecer", ahondó en un torneo en el que está ilusionado con la Bolivia de Eduardo Villegas.
No obstante, asume que a La Verde la va a ser difícil repetir el éxito que tuvo con el propio Azkargorta de seleccionador de clasificarse para la Copa del Mundo de Estados Unidos en 1994.
"Aunque hay un gran ambiente futbolístico, a Bolivia no le va a ser fácil volver a un Mundial", dijo asumiendo que, en cuestión de "infraestructuras", el fútbol y la federación boliviana están "todavía empujando".
El técnico vasco no tiene muy claro las estrellas que puede haber en el torneo porque no se sabe como llegarán jugadores de la entidad de "James Rodríguez, Alexis (Sánchez)" y hasta "Neymar, que ha tenido lesiones".
Azkargorta recordó en Sudamérica "se le da mucho valor a la Copa de América, más de la que se cree en Europa, porque tiene mucho arraigo y mucho atractivo".
Y desveló su relación "por wasap" con el finalista de la Liga de Campeones Mauricio Pochettino, el técnico argentino del Tottenham Hotspurs. Al que presume "ofuscado" por la cantidad de compromisos que les salen a solo unos pocos días de la final de la Champions del 1 de junio en el Wanda Metropolitano de Madrid.