Francia, Portugal y Argentina, tres de las grandes selecciones favoritas para alzar el título mundialista, ganaron a Arabia Saudí (2-0), Corea del Sur (1-0) y Sudáfrica (5-2), respectivamente. Panamá y Malí empataron (1-1) en el encuentro restante del tercer día de competición.
Francia inauguró su casillero de puntos en el grupo E con una cómoda victoria ante Arabia Saudí gracias a los goles de Youssouf Fofana y Amine Gouiri.
A pesar de la baja del defensor del Saint Etienne, William Saliba, el combinado de Bernanrd Diomede sigue siendo uno de los más potentes del campeonato.
Por ello, se impusieron con facilidad a los saudíes. Primero, juntándose con el balón través de los pases interiores que conectaron Cuisanse y Loiodice. Después, trasladándolo a las bandas con velocidad. Y, por último, con la presencia de Amine Gouiri en el área, bajando el balón, como en el primer tanto, o finalizando la jugada, como en el segundo.
El otro encuentro del grupo terminó con un agónico empate de la buena selección panameña ante el campeón africano, Malí.
El combinado de Jorge Dely Valdés compitió ante el poderío de los africanos, que se adelantaron con el gran gol de Boubacar Konte, con un disparo chut que culminó una carrera individual.
Después, el panameño Diego Valanta empató desde el punto de penalti a tres minutos del final para devolver las tablas al marcador y sellar un estreno mundialistas que se cerró con el reparto de puntos.
Por su parte, en el grupo F, Argentina solo tardó cuatro minutos en encaminar su primera victoria en el Mundial de Polonia ante Sudáfrica. Un magistral lanzamiento de córner de Cristian Ferreira, jugador de River Plate, encontró la cabeza de Fausto Vera.
El combinado africano no tardó en responder, también a balón parado. Esta vez, fue una mala salida de Manuel Roffo, portero de Boca Juniors, la que propició el empate de Keenan Phillips.
Después, uno de los jugadores más brillantes de la albiceleste apareció para resolver el encuentro. Ezequiel Barco transformó primero un penalti provocado sobre Ferreira y después para cerrar su doblete con un fabuloso gol: de primeras, el atacante de Atlanta United ofreció el interior de su bota derecha para dibujar un disparo con rosca imparable para el portero sudafricano.
El equipo de Thabo Senong, con uno menos por la expulsión de su goleador, sufrió también la calidad de Adolfo Gaich, que se inventó una jugada con caño incluido por la banda izquierda que Julián Álvarez introdujo a placer.
Sería el propio atacante de San Lorenzo quien cerraría el encuentro, tras el 4-2 de penalti de Lyle Doster, aprovechando una peinada de Neuhén Pérez en otro saque de esquina.
Portugal, a pesar de su corto resultado frente al trabajado equipo coreano, se presentó en Bielsko Biala como uno de los grandes candidatos a llevarse el oro en su estreno en el otro partido del grupo F ante Corea del Sur.
Los asiáticos plantearon un sistema de cinco defensas para protegerse de la calidad del combinado luso. En fase ofensiva, sería la perla valencianista Kangin Lee el encargado de gestionar los ataques a través de tensos centros con su talentoso pie izquierdo.
Pero Portugal, línea por línea, es uno de los equipos más poderosos de la competición, y no tuvo problemas en resolver la ecuación. Primero, con sus centrales, los 'dragones' Diogo Queirós y Diogo Leite, recientes campeones de la Youth League.
Después, con la omnipresente pareja de centrocampistas del Benfica que forman Gedson Fernandes y Florentino Luis. Y, por delante, con la superioridad física de Rafael Leao, del Lille, la técnica de Jota, o la verticalidad y movilidad de Trincao.
Así, en una transición rápida, el extremo del Braga recogió el pase al hueco del '7' y recorrió 50 metros para plantarse solo ante el portero de Corea del Sur antes de anotar el gol que supondría los tres primeros puntos de Portugal en el torneo.