Neymar, atacante del París Saint Germain (PSG) francés y mayor astro de la selección brasileña, perdió por segunda vez el brazalete de capitán de la Canarinha, en una decisión destinada a salvar la autoridad y la coherencia del seleccionador de Brasil, Adenor Leonardo Bacchi 'Tite'.
Neymar le entregó el brazalete a uno de sus mejores amigos, el lateral Dani Alves (PSG/FRA), actualmente el jugador con mayor experiencia de Brasil, luego de que Tite fuera cuestionado por su decisión de convocar para la Copa América y mantener como capitán a un jugador cuya conducta no lo convierte en el mejor ejemplo.
Dani Alves, compañero de Neymar tanto en el Barcelona como en el PSG, será el capitán de la Canarinha en la Copa América que Brasil organiza entre el 14 de junio y el 7 de julio y en la que busca mantener la tradición de quedarse con el título siempre que es anfitrión de este torneo.
El seleccionador no escondió su irritación hace dos semanas al ser insistentemente interrogado sobre si le impondría algún tipo de sanción a la mayor estrella de Brasil por su comportamiento, luego de que Neymar fuera sancionado por el propio PSG por agredir a un aficionado y por criticar públicamente a sus compañeros en el club parisino.
La irritación fue mayor tras ser recordado de que en una ocasión se negó a convocar al atacante Douglas Costa con el argumento de que no podía premiar a un jugador que había escupido a un rival, por lo que le interrogaron sobre si había cambiado sus rígidos parámetros disciplinarios ahora que el cuestionado era Neymar.
Tite tan sólo dijo entonces que Neymar se había equivocado y que tendría una seria conversación con el jugador cuando se encontraran en la Granja Comary, el moderno centro de entrenamientos que la selección brasileña tiene en Teresópolis, ciudad serrana a unos 98 kilómetros de Río de Janeiro, y en donde Brasil se prepara para la Copa América hace una semana.
La conversación fue el sábado, el mismo día en que el delantero se presentó en la selección, y en la misma fue informado de que no seguiría ejerciendo como el capitán de la Canarinha, según un comunicado divulgado el lunes por la Confederación Brasileña.
El domingo, tras ser liberado para día de descanso, Neymar abordó el lujoso helicóptero de su propiedad en que llegó a Teresópolis y viajó a su mansión en el balneario de Mangaratiba lejos de todos sus compañeros. Sólo regresó en la noche del lunes y se reencontró con Dani Alves, que se incorporó este martes a la selección. Dicho helicóptero se trata de un Airbus H-145 valorado en unos 13 millones de euros.
No fue la primera vez que Neymar perdió el brazalete de capitán. El atacante fue escogido como capitán tras el fracaso de Brasil en el Mundial de 2014 y dos años después, tras conquistar el oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y de una discusión con aficionados en el Maracaná, renunció al título tras quejarse de la presión que sufría por la responsabilidad.
Con la renuncia de Neymar al brazalete y la llegada de Tite a la selección, el nuevo técnico impuso un sistema de relevos por el que el brazalete sería usado a cada partido por un jugador diferente.
Ese sistema acabó con el Mundial de Rusia, cuando el seleccionador decidió darle más responsabilidades a su mejor jugador y que ya ejercía un liderazgo entre sus compañeros. Neymar por lo mismo fue el capitán fijo en los ocho amistosos que Brasil disputó en los últimos meses.
Con la decisión de entregarle el brazalete a Dani Alves, Tite intenta evitar un mayor desgaste para Neymar, prevenir una división entre sus jugadores y compensar al jugador que sería su capitán en el Mundial de Rusia 2018, al que finalmente no fue por una lesión.
Dani Alves, a los 36 años, ya fue capitán de Brasil en cuatro oportunidades y, de continuar en la Canarinha hasta el Mundial de Catar 2022, puede convertirse en el jugador más viejo en ser convocado por la selección para una Copa del Mundo.
Con 39 títulos en su carrera, el nuevo capitán tiene 108 partidos con la selección brasileña, 7 goles y 18 asistencias. Con 7.714 minutos vistiendo la camisa del equipo, es el sexto jugador que más veces defendió a Brasil, con cuya selección tiene tres títulos: Copa América de 2007 y Copa de las Confederaciones de 2009 y 2013.
El lateral del PSG se dice como un "padre" para Neymar y siempre sale en su defensa, pero también lo ha criticado cuando ha sido necesario, como tras la agresión al aficionado en París.
Neymar, pese a ser de forma incontestable el mejor jugador de Brasil, no es ejemplo de comportamiento y ya enfrentó varios problemas por su temperamento en diez años de carrera.
Su fama de indisciplinado comenzó en 2010 cuando, aún juvenil en el club Santos, desautorizó al técnico Dorival Júnior por no dejarlo cobrar un penalti. En su primera temporada en el PSG (2017/2018) protagonizó una disputa pública con el uruguayo Edinson Cavani sobre quién sería el responsable por cobrar los penaltis.
Fue necesaria una agresión a un aficionado cuando se dirigía a recibir su medalla de plata en Francia para que Tite finalmente se diera cuenta de que su comportamiento no era el ejemplar que se exige de un capitán.