El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, afirmó este domingo, en la capilla ardiente de José Antonio Reyes instalada en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, que su fallecimiento ha sido una "noticia horrible" porque "era una buena persona y un jugador tremendo".
El presidente de la RFEF comunicó la decisión de conceder al futbolista la máxima distinción federativa, la Medalla de Oro y Brillantes, que se le impondrá a título póstumo en la Asamblea General del próximo 10 de junio.
Rubiales estuvo en la capilla ardiente en memoria del malogrado jugador, internacional absoluto en 21 ocasiones y mundialista en 2006, en la que destacó que "era magnífico por todo lo que ha dado al Sevilla, al resto de clubes en los que ha jugado y a la selección".
"Lo que le ha dado al fútbol no sé si podremos devolvérselo. Lo sufrí en el campo y después lo disfruté en persona. Toda la gente lo quería, era bromista y te inspiraba ternura su sonrisa", subrayó.
El dirigente reiteró la "tragedia" que supone la muerte de "un jugador tremendo" al que "cuando Joaquín Caparrós lo ponía a banda cambiada", le tocaba cubrirlo y que "con 17 años tenía unas condiciones bestiales, es una pena que se haya marchado de esta manera".