El exjugador argentino de la liga de fútbol israelí Pedro Galván tendrá que abandonar Israel a finales de este mes después de que el Ministerio del Interior le negase el permiso de residencia por la falta de un contrato laboral.
El equipo de Hapoel Tel Aviv finalizó su contrato con Galván el pasado año y actualmente se encuentra en "situación ilegal" por lo que acordaron como fecha límite de su salida el fin del curso escolar, explicó a Efe una portavoz del Ministerio.
La titular israelí de Cultura y Deporte, Miri Regev, intentó mediar el pasado año para que el jugador, el mayor goleador extranjero de la liga nacional, obtuviera la ciudadanía en el país "por su contribución al fútbol en Israel".
Sin embargo, Interior no renovó los últimos seis meses de residencia desde hace más de un año, aunque Galván ha expresado su deseo de permanecer en el país.
"¿Por qué soy diferente a los demás? Mis hijas no conocen ningún otro país", declaró hoy a la prensa sobre la obtención de la residencia que se ha otorgado a otras estrellas deportivas al terminar su carrera profesional.
"No me están dando la oportunidad de vivir aquí con mis hijos que solo conocen Israel. Es nuestro país. Quiero ayudar a nuestro país, en el fútbol, en todo", recogió el digital Times of Israel sobre sus declaraciones.
Galván comenzó su trayectoria en Israel en 2008 en el equipo Benei Yehuda, y tras su paso por varios clubes terminó en el Hapoel Tel Aviv, que decidió rescindir el contrato en 2018, por lo que perdió la visa de trabajo y la posibilidad de seguir tramitando la ciudadanía que había iniciado.