Cientos de niños palestinos vestidos de merengue corretean a primera hora cada mañana hacia el césped rodeado de las murallas centenarias de Jerusalén, donde estos días les entrenan preparadores del Real Madrid en el mayor clínic celebrado fuera de España.
El palestino Ayham Hiyazi, de once años, espera que cuando hoy su padre sea liberado de la cárcel pueda verlo en este campo de fútbol intramuros de la Ciudad Vieja, con el traje blanco.
Con la mitad de su familia habiendo pasado por prisiones israelíes, Hiyazi patea el balón con las mismas ganas que asegura tener por cambiar su futuro, condicionado por la situación política de la ciudad.
Entrena en una de las cinco ubicaciones de la parte oriental, la palestina, de la Ciudad Santa, donde la Fundación del Real Madrid desarrolla estos días el mayor clínic celebrado fuera de España: entrenamientos de élite en los que compagina valores, como la resolución de conflictos, con el deporte.
La "autonomía" en el calentamiento, la "responsabilidad" cuando devuelven los balones a la cesta o la "unidad" cuando celebran los goles son parte de la filosofía que el técnico palestino Firad Samara refuerza con los entrenadores de cantera del equipo blanco y trasladada a los chavales de su barrio.
"Estoy aprendiendo mucho de ellos, cómo tratar a los niños, cómo manejarlos de una manera correcta y cercana y que seamos todos un solo equipo", explica a Efe desde un césped rodeado por las imponentes murallas de piedra del siglo XVI.
Dentro de estos muros, situados en una zona ocupada por Israel con alta presencia policial, familias numerosas viven en pequeñas casas, así que el deporte es una bomba de oxígeno para los menores, explica Firad.
También en los campos de refugiados palestinos, como el de Qalandia, con una alta densidad de población y al que se accede atravesando un puesto de control militar, al estar separado por un muro de hormigón de Jerusalén, y que es otro de las cinco emplazamientos donde se desarrollan estos entrenamientos.
"Son niños que no pueden viajar a Madrid para encontrar este tipo de actividades; que venga el Real Madrid aquí es un evento que solo ocurre una vez en la vida", valora a Efe Samer Abdelrazzak, secretario general del Consejo para el Desarrollo y el Crecimiento Económico de Jerusalén (JCDEG, por sus siglas en inglés) que ha traído este programa a la Ciudad Santa.
El éxito de esta primera convocatoria en la que participan más de 2.500 chicas y chicos de la ciudad, de entre 7 y 15 años, ha llevado a la fundación blanca a movilizar a ocho de sus preparadores, que trabajan en tres sesiones diarias, divididas por edades.
Previamente, dos instructores prepararon a entrenadores locales durante el pasado fin de semana que hoy se encargan de apoyar las sesiones deportivas.
La Fundación del Real Madrid había desarrollado hasta ahora escuelas sociodeportivas para la integración de colectivos en exclusión social en Jerusalén, pero es la primera vez que lleva a cabo los clínic de alto valor social.
En el tercer día de entrenamiento, Farid ya percibe cambios: cómo los menores se centran más, se muestran más relajados, consensúan las posicionamientos en el campo sin pelear, se comportan como equipo.
"Hay muchas cosas en esta sociedad, muchos problemas", lamenta, al tiempo que valora la oportunidad de esta iniciativa porque "los niños están disfrutando; están felices".