Un espectador que saltó al terreno de juego y se puso una capucha de pollo provocó que el partido entre Chile y Uruguay estuviese detenido casi cinco minutos.
El aficionado saltó a la cancha cuando el juego estaba parado en el centro del campo, pateó el balón y se puso un capuchón de pollo.
Interceptado por la seguridad del estadio y retirado de la cancha, de inmediato se produjo una discusión entre el árbitro y los jugadores de ambos conjuntos sobre quién debía tener el balón en su poder, lo que demoró la reanudación del partido.