Dos goles del senegalés Sadio Mané y las asistencias de Roberto Firmino permitieron que el Liverpool desactivase el susto del Newcastle (3-1), que se llegó a poner por delante en Anfield, y sumase la quinta victoria consecutiva en la Premier League.
Para mantener el registro intacto de triunfos, el Liverpool tuvo que remontar a un Newcastle que se vio muy pronto por delante en el marcador.
El lateral holandés Jetro Williams encaró a Trent Alexander-Arnold en perfil derecho dentro del área, se acomodó la pelota a su pierna derecha y definió con un latigazo a la escuadra imposible para Adrián San Miguel.
Consciente de su superioridad, el Liverpool no se puso nervioso y comenzó a apisonar a las 'Urracas', que apenas tenían argumentos para contrarrestar el torrente de ocasiones de los de Jürgen Klopp.
Una jugada por la banda izquierda de Andy Robertson precipitó el empate de Mané, que con la derecha puso el balón en el ángulo.
Llegó entonces la "mala" noticia para los 'Reds', cuando Divock Origi se lesionó. Mala, entre comillas, porque el belga fue sustituido por Roberto Firmino, que tardó dos minutos en desequilibrar el encuentro.
Un pase suyo en profundidad encontró a Mané dentro del área, Dubravka erró estrepitosamente en la salida y el punta africano solo tuvo que empujar el balón a gol.
El Newcastle apenas volvió a inquietar a Adrián y el Liverpool esperó a que los tantos fueran cayendo por su propio peso, teniendo también en cuenta que en unos días comienza su defensa de la Liga de Campeones.
Alexander Arnold y Robertson pudieron sentenciar el partido al comienzo de la segunda parte, pero no fue hasta que Salah conectó una pared con Firmino en la frontal y definió ante Dubravka que el definitivo 3-1 subió al marcador.
El triunfo mantiene al Liverpool una jornada más como líder de la competición, con 15 puntos de 15 posibles. El Newcastle, por su parte, se queda décimo sexto, con cuatro puntos, y podría terminar la jornada en posiciones de descenso.